Image: Un estrellero

Image: Un estrellero

Opinión

Un estrellero

18 abril, 2014 02:00

Fernando Aramburu

El retraso científico de las naciones obliga a los hombres con iniciativa y talento, a menos que opten por la emigración, a la tenacidad extrema. Quien dice extrema, dice heroica. Guillermo Haro (1913-1988) fue uno de estos hombres esforzados, propulsor de los estudios astrofísicos en su país, México. Hay diversos objetos cósmicos que llevan su nombre. Tuvo por oficio y vocación mirar los astros y estudiarlos, y con no menor pasión dirigió una mirada crítica a la realidad circundante. Perseveró sin desmayo en el empeño de modernizar la sociedad de su tiempo, postulando la creación de una ciencia y tecnología propias en lugar de importarlas del desarrollado país vecino. Supo que no hay riqueza sin conocimiento. Y tuvo el honroso gesto de tomar partido, no por los que hacen la Historia, sino por los que la sufren. Tiene un merecido monumento en la literatura de Elena Poniatowska, su esposa.