Image: Y Dios creó el cine

Image: Y Dios creó el cine

Opinión

Y Dios creó el cine

9 mayo, 2014 02:00

Winding-Refn, Murakami, Fernández Mallo y J.C. Pérez de la Fuente

Lo dice el cineasta Nicholas Winding-Refn, director de Drive: "Tenemos que ver las películas en celuloide, porque para eso Dios creó el cine". No es el único de los grandes cineastas que se dedica a proteger el formato tradicional frente a la marea digital. Se ha unido a Paul Thomas Anderson en una campaña de crowdfunding para preservar el cine en su formato analógico, especialmente el legado de películas de género que están en condiciones muy precarias. Bajo la organización AGFA (American Genre Films Archive), ambos cineastas emprenden una labor tan romántica como quijotesca.

Animado por las ventas en todo el mundo, y especialmente en su propio país, Murakami no se relaja: acaba de publicar en Japón Onna no otokotachi ina, algo así como Hombres que no tienen ninguna mujer, la primera colección de cuentos del autor en nueve años. Aunque la tirada inicial era de 300.000 ejemplares (hubo un tiempo que aquí había tiradas semejantes), el número de reservas previas ha aconsejado a sus editores imprimir 50.000 más, para empezar. Y eso que cinco de los seis relatos del libro ya se habían publicado en revistas varias.

Me cuentan que ha echado el cierre el mítico Café Mòn, de Palma, que llevaba diez años patrocinando el premio de narrativa que descubrió a Agustín Fernández Mallo, entre otros. Organizado por la editorial Sloper, los editores confían en lograr que la empresa del Mòn mantenga el apoyo a través de otro café, o del hotel que también poseen. Pueden creerme, Román Piña, alma mater del proyecto, no va a rendirse. Tampoco lo hacen los de Bubok.es, la primera empresa de autoedición nacida en internet que abre una librería física en Madrid, en la calle Belén. El nuevo espacio cultural, además de librería, será lugar de encuentro donde se celebrarán presentaciones de autores noveles, talleres, conferencias, cursos... Lo que haga falta.

De Almagro no pienso perderme este año esas Confesiones de San Agustín, del tripartito Pérez de la Fuente - Luis Alberto de Cuenca - Ramón Barea. El combate existencial del religioso será algo más que un ejercicio filosófico-dialéctico. Será la excelencia de los libros X y XI de su Confesiones las que muy posiblemente deje atrás a Gerard Depardieu, uno de los primeros en llevarlas a escena.