Fernando Aramburu

¿Donna Tartt? Pues claro que la conozco. Y eso que nunca la he visto. Lo cual no quita para que yo sepa que, debido a su estatura, se compra la ropa en Gap Kids. Lleva anillos, tiene un apartamento en Nueva York y una casa de campo en Virginia, adora los museos. En Berlín (se alojó en el Adlon), maravillada con el Altar de Pérgamo, se le pasó la hora de comer. Se toma años para escribir sus libros y, entre uno y otro, se retira. En tales lapsos atrae sobre sí aquella curiosidad que suscitaba Salinger. Al parecer escribe como Kipling, Melville y Tennessee Williams, y esta última, la del cuadro de Fabritius, tiene mucho de Dickens y Paul Auster. Hay libros que llegan antes al éxito que a las librerías. Entonces pasa que la mercadotecnia no deja ver el bosque, que es donde suele estar la literatura.