Fernando Aramburu

¿El Florida? Sí, hombre, estaba ahí, en la plaza de Callao. Sin llegar a la categoría del Palace o del Ritz (habilitados durante la guerra para hospitales de campaña), era un sitio elegante. La especulación inmobiliaria de los 60, no la aviación nacional, lo derribó. Donde antes brillaba su mármol blanco se alza hoy el edificio de unos grandes almacenes. Un destino bastante usual del patrimonio histórico español. El hotel Florida sobrevive, a la manera como la lengua escrita es capaz de conservar los vestigios del pasado, en la literatura testimonial. También en fotos. Por los días de la guerra civil, albergó a gentes diversas, aventureras o comprometidas, idealistas o aprovechadas. En el Florida se sufrió y se festejó, se amó y se bebió en abundancia. Desde la planta décima, whisky en mano, podía uno pasar la tarde contemplando los combates en los alrededores de Madrid.