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Pasado constante
Fernando Aramburu
La historia centroeuropea del siglo XX (la historia como motivo de reflexión crítica, pero también como herida personal) es inseparable de la literatura de este autor checo que en 1975 se exilió en Francia. Como tantos jóvenes de su época, Milan Kundera creyó de corazón en la posibilidad de un socialismo no totalitario. Su fe se esfumó para siempre cuando los tanques soviéticos tomaron posiciones en las calles de Praga. La adopción de la nacionalidad y la lengua francesas no lo alejaron de aquello que un día dejó atrás y que en 2008 perturbó su privacidad celosamente guardada, en forma de una oscura acusación de colaboracionismo. Ni aun cuando escribe sobre el amor, la belleza, la literatura, su particular experiencia delpasado deja de verter una sombra constante en sus obras. O, si se prefiere, no cesan sus obras de ajustar cuentas y buscar respuestas a las preguntas de entonces.
