Image: Potencia mundial por turno

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Opinión

Potencia mundial por turno

12 septiembre, 2014 02:00

Fernando Aramburu

La sucesión de civilizaciones es un hecho fácilmente constatable en la historia de la humanidad. Los estudiosos del fenómeno han tratado de explicarlo desde perspectivas diversas, con predominio de las económicas y militares, acaso olvidando el componente natural de nuestra especie. Antes de Ian Morris, Arnold J. Toynbee investigó las leyes que rigen la historia universal. Lo propio de cualquier civilización es que se constituya en un centro expansivo de poder, con el consiguiente desarrollo técnico y comercial. La naturaleza de su crecimiento comporta guerras productivas contra la periferia, según la denominación eufemística de Morris, con una salvedad: la Unión Europea, urdimbre de países ideada paraponer fin a una serie inmemorial de conflictos bélicos. Fatalmente, el logro de su propósito se traduce en debilidad y decadencia. Como las estrellas, las civilizaciones, consumida su vitalidad interna,culminada su expansión,se apagan, a veces después de un descomunal estallido.