Image: Mientras escribo

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Opinión

Mientras escribo

31 octubre, 2014 01:00

María Kodama, Emilio Tuñón, Inma Cuesta y Stephen King

Se ha hecho esperar, pero ahí está, al fin, la Casa-Museo Borges para deleite de lectores, historiadores y mitómanos. Es la casa de verano de Adrogué (Argentina), que compró su madre en 1945 y que fue necesario que el edificio estuviese a punto de ser demolido, para que el municipio lo salvase y María Kodama, la viuda reina, apoyase la idea donando una colección de libros borgeanos así como retratos de la infancia y madurez del escritor, muchos tomados en un lugar que recordaba siempre "con alegría" y que le inspiró versos y relatos. ¿Habrán cambiado los tiempos, estará la viuda levantando la mano ¡al fin!, treinta años después de la muerte de autor de El Aleph? Escribo esta nota y me acuerdo de Velintonia y me enfurezco. ¡Pobre Aleixandre! Tantos amigos, tanto Nobel, tanto verso, y nadie ha logrado rescatar para el futuro las paredes de su memoria.

Habrá que esperar, en cambio, para visitar el Museo de Colecciones Reales, el futuro centro que Patrimonio Nacional está construyendo en el Campo del Moro, junto a la Catedral de la Almudena y el Palacio Real. Las obras del edificio ideado por los arquitectos Mansilla y Tuñón (ya es una garantía) van a buen ritmo, pero no habrá inauguración hasta comienzos de 2016.

Descubrimos el lado más oscuro de Stephen King gracias a sus memorias (Mientras escribo), en las que confesó pasadas adicciones, pero pocas veces el creador de Carrie recuerda su pasado como profesor de lengua como lo ha hecho hace unas semanas. Fue, presume, profesor de éxito, porque "mantenía la atención de los alumnos" sin teñirles de sangre ni aterrarles, sólo jugando con el lenguaje y recomendándoles que "lo hiciesen sencillo, sujeto y predicado". Y a los que querían escribir, les recomendaba trabajar en firme, escribiendo todo y recortando más, sin pereza, que "no es labor para flojos".

Daniel Sánchez Arévalo
, o sea Azuloscurocasi negro y La gran familia española, se pasa al teatro, qué digo, al microteatro. A finales de noviembre estrenará Hanky Panky con Hugo Silva e Inma Cuesta. Lo hará de la mano de Microteatro por Dinero y con un tercer actor que será seleccionado mediante un casting en internet. Más leña para el microteatro, el formato escénico del futuro.