Fernando Aramburu

El género humano ha desarrollado formas lingüísticas complejas, pero la Ilíada fue escrita por Homero. Uno tuvo la idea y fue tenaz. Es cierto que disponía de pluma y papiros, y que alguien, supongo, le traía los higos a casa. Ni a solas perdemos la condición social. En tiempos antiguos, la ocasión de perpetuarse con nombre propio en la memoria colectiva de la humanidad estuvo reservada a dioses, reyes y héroes. Más tarde la novela procuró albergue al hombre común. Sobre todo desde la revolución industrial, a medida que las máquinas asumen la parte mayor del trabajo, la fortuna de ser otra cosa que grumo de masa corresponde a los innovadores. Walter Isaacson ha relatado la peripecia vital de algunos de ellos: la fe en una visión, sus precarios inicios, las dificultades que debieron afrontar, la culminación de proyectos que cambiaron la mentalidad y los usos de la especie.