Image: Poesía sin fin

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Opinión

Poesía sin fin

13 febrero, 2015 01:00

JM Caballero Bonald, Nicanor Parra, Luis Miñarro y José Luis Guerin

La poesía no siempre es una enfermedad que se cura con la edad: ahí están, incansables, Caballero Bonald o Paco Brines, que lleva rematando dos años su próximo libro sin que le agobien prisas ni plazos. O el joven poeta Antonio Ferres (1924), conocido novelista social en los cincuenta con obras como La piqueta, que descubrió cumplidos sus 70, en 1997, que era también poeta y desde entonces (y ya tiene 90) no pasa un día sin que escriba un nuevo poema.

Otro adolescente octogenario, el siempre controvertido y juguetón artista chileno Alejandro Jodorowsky, con sus 86 recién cumplidos, prepara el rodaje de Poesía sin fin, que toma el relevo de su filme autobiográfico La danza de la realidad, presentado en el Festival de Cannes y estrenado aquí en España de forma casi clandestina. Poesía sin fin es su continuación y aborda la juventud del poeta y dramaturgo en los años 50, cuando conoció a Nicanor Parra y a Enrique Lihn, que también aparecerán en la película.

Hay algo realmente trágico en el cierre de Eddie Saeta, la productora de Luis Miñarro. Es el resultado de una política del cine sin norte ni criterio, completamente sorda, ciega y muda a los intereses del cine español. Pocos lo saben, pero esa productora (que ya no existe) es la única compañía española que podía presumir de haber ganado la Palma de Oro de Cannes. No solo eso, su papel ha sido crucial en la renovación de los autores españoles, produciendo a José Luis Guerín, Albert Serra, Marc Recha, Adán Aliaga, Rebollo, Villamediana... En fin, deseo para Miñarro, gran cineasta también con títulos como Estrella fugaz, el mejor de los futuros.

El descubrimiento de una nueva pieza de Vivaldi en una biblioteca alemana ha agitado el gremio musicológico, poco habituado a este tipo de sorpresas. Tras someterla a su escrutinio, el Comité Científico del Instituto Italiano Antonio Vivaldi la ha datado entre 1700 y 1703. Eso supone que estamos ante la más antigua composición conocida del Prete Rosso. Tras ser descorchada por el director Franco María Sardelli (su descubridor) en la Galería florentina de los Uffizi, la podremos escuchar en el disco The Young Vivaldi que lanzará Sony en breve. Un hallazgo para todos los paladares.