Image: El bumerán

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Opinión

El bumerán

20 marzo, 2015 01:00

Ignacio García May

Según cuenta Kipling en un poema delicioso, Adán se sentaba un día en el Jardín del Edén haciendo dibujos sobre la arena cuando se le acercó el diablo y le susurró: Es bonito, pero... ¿es arte? Los diablos modernos, disfrazados de medios de comunicación, le preguntan a Jorge Javier Vázquez si el espectáculo que ensaya sobre su propia vida es cultura. Y algunos teatreros embravecidos han puesto el grito en el cielo diciendo que no. Pero se pregunta uno quién tiene a estas alturas autoridad para hacer una afirmación como esa. Porque, ¿acaso no llevamos años saldando el concepto en todos los supermercados ideológicos? ¿No hemos difundido, cuando nos convenía, la especie de que todo era cultura porque todo es relativo? Como un bumerán, el despropósito arrojado al viento regresa y nos golpea en el puente de la nariz. ¡Es que va a estrenar en un teatro público!, insisten los ofendidos. Ya, pero, ¿jugamos a hacer una lista de producciones privadas que se han aprovechado del teatro público? ¿De verdad que a nadie se le ocurren ejemplos más indecentes, sobre todo porque venían de gente que sí era "de la cultura"? Una obra como esta arrastra lo peor de la televisión al teatro, dicen. Pues habrá que verlo, y ya que hay al frente del proyecto un dramaturgo competente como Juan Carlos Rubio igual hasta nos llevamos una sorpresa gorda. Aclaro que mi simpatía hacía el presentador televisivo es inexistente, pero va siendo hora de plantearse seriamente por qué el abismo que separa lo que los profesionales ofrecen y lo que el público les pide se hace cada vez mayor. ¿Es cultura? La respuesta es fácil: si paga el 21% de IVA, sí.