Agustí Villaronga y Pedro Juan Gutiérrez llevan a la pantalla grande El rey de la Habana. El director de Pa Negre ha comenzado el rodaje de las aventuras del pícaro Reinaldo, que se lanza a las calles de la capital cubana durante los duros años del ‘período especial'. Maykol David Tortolo, Yordanka Ariosa y Héctor Medina son algunos de los protagonistas de esta entrega, que transcurre en República Dominicana. Las autoridades cubanas no dieron los permisos, paradójicamente, para hacerlo en los escenarios de la novela.



Donde dije digo... Qué delirio todo lo que ha ocurrido en el MACBA de Barcelona... Que su director, Bartomeu Marí, decidiera clausurar la muestra La bestia y el soberano el mismo día de su inauguración, en contra de la opinión de los comisarios (Valentín Roma y Paul B. Preciado, entre ellos) fue, además de torpe, sospechoso. Que a los dos días diera marcha atrás y decidiera abrirla en vista del clamor general sigue siendo torpe y sospechoso, porque una exposición es (debe serlo) una negociación de mucho tiempo y discusión. ¿No intuyó Marí, con el callo que tiene, los posibles problemas internos? Parece claro que ha sido un asunto político que, lógicamente, pasará factura. Desconozco, cuando escribo esta nota, quién se irá primero, si el propio Marí o los comisarios, que, por cierto, duran demasiado poco en el museo. Recuerden: Friedrich Meschede, Chus Martínez, Carles Guerra...



John Banville se coge vacaciones cada verano como Mr. Black y escribe un noir para refrescarse. J.K. Rowling descansa de Harry Potter firmando policiales como Robert Galbraith. Y ahora el bueno de Gonzalo Torné se apunta a divertirse con el nom de plume de Álvaro Abad en la oscura Nadie debería irse a dormir. Hoy la novela negra es el descanso del guerrero del escritor, una apetecible cana al aire.



Como saben, el lunes 16 comenzó el juicio que podría llevar a Erri de Luca a la cárcel, aunque de momento ya ha logrado ganar para su causa a 100.000 lectores que en Italia han devorado La palabra contraria (Seix Barral). Si todo sale mal, ya ha anunciado que no piensa recurrir, quizá porque conoce bien el trabajo duro. Antes de hacerse famoso como escritor fue albañil. Sólo escribía de 5,30 a 6,30 de la mañana y otro par de horas por la tarde. Así, decía, "basta y sobra".