Image: Es la mitología, estúpidos

Image: Es la mitología, estúpidos

Opinión

Es la mitología, estúpidos

10 julio, 2015 02:00

Ignacio García May

La búsqueda, identificación y solemne entierro de los restos de Cervantes han provocado en la cultura española más mofa que admiración. En otro país resultaría insólito; aquí es tan tópico que aburre: "¿Para qué gastar dinero en eso? ¡Ya sabemos que Cervantes está allí!" Cuando la investigación culminó, la pose común fue la de hacer chistecitos poniendo en duda que los huesos pertenecieran al Manco: "Sí, sí; Cervantes...", he escuchado decir a no pocos colegas, por lo visto todos ellos expertísimos en patología forense. Pero este es un país de opinadores, como escribió hace siglo y medio Donoso Cortés: aquí el cinismo ha sido tradicionalmente la manera de encubrir la ignorancia. Pues ya que todo el mundo opina, también voy a hacerlo yo: encuentro que el dinero empleado en esta aventura está requetebien invertido. Porque no es la economía, estúpidos, y ni siquiera la Cultura, ese fraude, lo que cuenta, sino algo mucho más importante: la Mitología. Honrar los restos de Cervantes, aquel autor que escribió sobre los pobres, los locos, los soñadores, los dolientes, y lo hizo siempre con humor y compasión, es devolverle su lugar a los grandes en una época donde tantos mediocres han usurpado los espacios de importancia. Aunque se me ocurre ahora que quizá sea precisamente eso lo que tanto molesta: los culturetas locales se identifican más con los hámsters de Rodrigo García que con Cervantes. Que además los huesos de don Miguel se encuentren mezclados con los de otros madrileños anónimos, entre ellos seis niños, es una metáfora de una belleza sobrehumana: Cervantes deja de pertenecer al universo campanudo de los eruditos y vuelve donde siempre quiso estar, con la gente de la calle. Vale.