Image: El disentimiento de los millennials

Image: El disentimiento de los millennials

Opinión

El disentimiento de los millennials

6 noviembre, 2015 01:00

Gonzalo Torné

Como ustedes no tienen porque saber quienes son los millennials trataré de explicárselo: se trata de un apodo generacional. De la misma manera que quienes tienen algo más de cuarenta años fueron la Generación Sobradamente Preparada y los que ahora atraviesan los treinta han tenido que cargar con el sobrenombre de Ni-Ni ("los que ni estudian ni trabajan"). A los nacidos en el cambio de milenio, del año 2000 en adelante (y parece mentira que con todo lo que ha pasado ya la humanidad que siga naciendo gente, y que las generaciones se renueven con tanta puntualidad) se les ha empezado a llamar desde algunos espacios: millennials.

Como el más veterano de los millennials apenas habrá cumplido los quince años todavía es pronto para colgarles un apelativo que dé cuenta de sus progresos académicos o de sus perspectivas laborales (todo apunta que bastante siniestras). Hasta el momento son carne de publicidad y de tendencias (cuánto y en qué gastan, dónde compran, cuánto tiempo pasan "conectados"). La noticia es que, "según las últimas estadísticas", los millennials han dado recientemente una enorme sorpresa al comportarse en un campo muy característico de su generación de manera distinta a cómo se espera de ellos (algo así como un gol en campo contrario). Para no seguir con la intriga: se ha detectado que un número todavía pequeño en términos absolutos, pero ya significativo, empieza a vivir de espaldas a Internet, y muy especialmente de las redes sociales.

A los convencidos de que la implantación de Internet (incluidas las redes sociales) es progresiva e imparable (que quienes hoy por hoy se siguen resistiendo son los dinosaurios de cada quinta, y que irán desapareciendo o refugiándose en ecosistemas cada vez más pequeños) se les ha abierto una brecha en este discurso tan machacón como plano. ¿Cómo van estos millennials a darle la espalda a la Red? ¿Si todos estos peces se alejan del agua, dónde van a nadar?

En esta sección nunca hemos dudado de que el mundo digital no tiene vuelta atrás, pero estamos también convencidos que su despliegue (el de sus contenidos, empresas y usos) no tiene manual de instrucciones: la historia práctica de Internet no está dirigida por el destino ni por una evolución deducible por los iniciados en las leyes secretas, sino más bien por oscilaciones y vaivenes, bastante imprevisibles, y que probablemente se ajusten mejor al popular término "moda".

Y me aventuro a suponer que a los puristas les esperan mayores sustos y tardes de zozobra. Si hasta cierto punto el alejamiento de los millennials de las redes puede explicarse como un movimiento dentro del proceso más amplio por el que los hijos se distancian de sus padres para encontrarse y definirse, cuando los niños que ahora tienen entre uno y cinco años crezcan y descubran el furor con el que sus padres han tapizado los muros de su Facebook con variadas instantáneas de su vida, lo verdaderamente asombroso sería que no se incrementase el número de jóvenes resueltos a librarse a toda prisa de este marcaje, y de tanto sofoco. Ni siquiera sería sorprendente que se produjese una auténtica desbandada.

@IAjena

Milénicos

La Fundéu tiene un interesante buscador urgente de dudas (http://www.fundeu.es), asesorado por la Real Academia Española. Me llamó la atención de su existencia Marta Graupera Sanz (@MarsiasMarsias) a propósito de un artículo pasado que escribí sobre el troll literario, y que Fundéu recomienda escribir trol. Dos aspectos llamativos de la página: el primero es que la resolución de las dudas está tan bien desarrollado y razonado que las entradas se pueden leer como artículos, algunos de ellos muy instructivos. El otro aspecto interesante es la decidida apuesta por "españolizar" los términos relativos a tendencias en las Redes, que en un 99% de los casos son de origen anglosajón. Un ejemplo de ambas empresas puede apreciarse en la entrada/artículo que les dedican a los millennials (http://www.fundeu.es/recomendacion/milenico-mejor-que-millennial/) y que la Fundación recomienda llamar milénicos. Difícil de aplicar en una sección como esta (que trata de estar alerta a lo que el idioma dice sin querer) resulta loable que abra y se mantenga activo un espacio de resistencia a lo que muy difícilmente puede interpretarse de otra manera que de progresiva colonización cultural.