Suma y sigue: tras la aparición de los cuentos juveniles de Truman Capote (aunque al parecer lo que los sabuesos buscaban entre los papeles del escritor era su última novela, inédita, y quizá perdida para siempre), de un cuento de Beatrix Potter, de un relato de Scott Fitzgerald, de otro de Edith Wharton (nueve páginas, recortadas y pegadas, con extensas anotaciones) o de los cuentos infantiles de Charlotte Brönte, crece la expectación en torno a Salinger. Sus penúltimos biógrafos anunciaron que a principios de 2015 verían la luz varias historias inéditas sobre la familia Glass, una novela sobre su primer matrimonio, un libro sobre la filosofía Vedanta y varias historias nuevas de Holden Caufield. Y aquí sigo, esperando.



Seguro que recuerdan aquella portada de El Cultural en la que un impresionante muchachote decía haberse bebido la sangre de un búfalo para escribir su novela. Era Philipp Meyer y su novela, estupenda novela, era El Hijo (Random House). Pues bien: la AMC, productora de Breaking Bad y Mad Men, prepara su adaptación televisiva. Prometen sangre, sudor y petróleo. Se estrenará el año que viene. ¿Se beberá el showrunner la sangre de algún voluminoso mamífero?



En febrero de 1996 ETA asesinó al jurista Francisco Tomás y Valiente. Le acribillaron mientras hablaba por teléfono en su despacho de la Universidad Autónoma, donde enseñaba Historia del Derecho. El ciclo de música que organiza la institución académica ha querido homenajearle este mes, cuando se cumplen 20 años del atentado. José Antonio Sáinz Alfaro dirigirá al Orfeón Donostiarra en un concierto que recorrerá en el Auditorio Nacional este sábado zarzuelas imprescindibles de Chueca, Bretón... También se ‘invocará' a Verdi.



El lanzamiento en DVD y Blu-Ray de Regresión no ha despertado interés ni en su director, Alejandro Amenábar, ni en el público, cuyo trabajo pasó por las pantallas con discreción. Los periodistas convocados no pudieron hablar con él (que ni estaba ni se le esperaba). Tampoco irse de allí con una copia de la película que protagoniza Emma Watson. Lo gracioso de todo es que los sufridos plumillas fueron sometidos por el mentalista Javier José Sánchez a una sesión de hipnotismo regresivo. "Al menos", me cuentan, "nos olvidamos de la película".