Arcadi Espada

Lorenzo Gomis (1924-2005) fue un periodista muy particular. Era un hombre culto, que había leído los libros importantes. No creo que jamás escribiera un reportaje, una crónica o una noticia. Y logró mantener viva durante más de medio siglo una revista ("improbable" decía con su ironía bondadosa) dedicada a la religión y a las ideas, que aún aguantan sus herederos. Dirigió un periódico, El Correo Catalán, y fue durante muchos años editorialista de La Vanguardia. En ese periódico, y durante los lunes de más de dieciocho años, escribió un artículo que a la semana siguiente ya era un clásico. Y como otra de sus fértiles rarezas era dedicarle atención a la manera en que se escribían los periódicos, muchos de esos artículos tuvieron al periodismo como tema. Ahora la editorial Blanquerna acaba de reunirlos en La primavera no es noticia, título de uno de sus artículos.

Tengo con ese libro una relación especial. Durante una década larga fui yerno de Llorenç y en bastante de lo que ahora releo se trasluce las vivas y emocionantes conversaciones que mantuvimos sobre el periodismo, y de las que tanto aprendí. Aunque me habría gustado ir a sus clases y aunque sus libros académicos son notables, creo que lo mejor de su enseñanza está en este volumen, magistral exactamente. El maestro los escribió apegado al terreno, en medio de la redacción y del oficio, pendiente de la realidad y confirmando una vez más la perenne lección, no hay teoría sin realidad, no hay realidad sin teoría. La lectura contemporánea de estos artículos guarda además una sorpresa, y es su absoluta eficacia para el análisis del actual periodismo. Gomis hizo del comentario, es decir de lo que piensa y dice la gente sobre las noticias, la piedra angular de su investigación periodística. La posteridad le ha hecho el regalo de que el comentario esté ahora en el centro de la cruz y la delicia del oficio.

@arcadi_espada