Image: Es la guerra

Image: Es la guerra

Opinión

Es la guerra

8 abril, 2016 02:00

Un lector felicitaba a Camilo Marks, reputado crítico literario de El Mercurio de Chile, porque, al reseñar Farándula, de Marta Sanz, había atado por fin a los caballos de su "hispanofobia". Quién lo diría, pues la crítica no era precisamente positiva: "Si bien sería grosero decir que la autora redacta mal, tampoco resultaría justo afirmar que estamos ante un talento mayor de la narrativa en idioma castellano", escribe Marks, con esas atenuaciones tan british. Virulencias posteriores -y algún reproche que el crítico hace al exceso de localismos en la prosa- me han hecho pensar que quizás algo de hispanofobia sí que hay, querido. Aunque no lo sé. No te conozco lo suficiente.

Los herederos de Harper Lee, la autora de Matar a un ruiseñor, lo han vuelto a hacer. Tras impedir hace unas semanas que la novela pueda venderse más en bolsillo (era la edición popularísima en las escuelas estadounidenses), ahora están dispuestos a subastar una treintena de cartas en las que la escritora se quejaba amargamente del turismo cultural que la acosaba en su Monroeville natal, adonde llegaban hordas en caravana. Las cartas son bien jugosas. En una llega a decir que uno de los casinos de Donald Trump es "el infierno en la tierra". Y eso que no sigue sus debates...

Es la guerra. Dicen los hacedores de la sexta temporada de Juego de Tronos (en concreto su productor Bryan Cogman) que veremos la batalla campal más grande jamás rodada, que deja en pañales la de Jon Nieve y los salvajes del episodio Hardhome que dirigió Miguel Sapochnik. Ganas de ver su reparto excesivo, sus intrigas interminables, su fantasía desbordada, ganas de ver, en fin, qué pasa con Jamie y Cersei. Muchas ganas de que llegue el 24 de abril...

El lunes se cumplirá el centenario del nacimiento de Alberto Ginastera, tal vez el más influyente compositor de la órbita latinoamericana en la segunda mitad del XX. Me envían desde Buenos Aires el programa del Teatro Colón que compartirá homenajes con Berlín, Seúl, Basilea... En España Matabosch le ha abierto un hueco privilegiado la temporada que viene en el Real: veremos/escucharemos su ópera Bomarzo, a partir del novelón de Mujica Láinez, que con tanto encono censuró al gobierno de Juan Carlos Onganía.