Siempre hemos sabido que hay más poetas que lectores, pero estamos alcanzando la perfección: ya hay casi más antologías que autores. En sólo unos meses se han publicado o están a punto de aparecer Re-generación: Antología de poesía española (2000-2015), con poemas de 24 poetas nacidos después de 1980, en edición de José Luis Morante (Valparaíso); La cuarta persona del plural. Antología de poesía española contemporánea (1978-2015), a la que ha dedicado año y medio Vicente Luis Mora (Vaso Roto); Nacer en otro tiempo. Antología de la joven poesía española, preparada por M. Floriano y A. Rivero (Renacimiento); Fugitivos. Antología de poesía española contemporánea, de Jesús Aguado (FCE); Un viejo estanque: antología de haiku contemporáneo en español (Comares); Antología de poesía joven onubense (Niebla); Encuentros con el 50. La Voz poética de una generación, de Miguel Munárriz (Ámbito); El canon abierto. Última poesía en español, de Remedios Sánchez García (Visor)...

¿Recuerdan aquel sindiós que fue la exposición La bestia y el soberano en el MACBA? Supuso la dimisión de su director, Bartomeu Marí, tras despachar a los comisarios y conservadores del museo, Paul B. Preciado y Valentín Roma. Nunca sabremos del todo lo que pasó (me dicen que algo tan simple como lo de la gota de agua), pero sí sabemos ya que Roma ha sido elegido nuevo director de La Virreina, con al aplauso unánime de la comunidad artística de Barcelona.

Los achaques físicos al final le han ganado el pulso a James Levine. Seguir dirigiendo desde la silla de ruedas la orquesta del MET era insostenible. A lo largo de cuatro décadas ha elevado su nivel desde la mediocridad a la excelencia. Suma más de 2.500 funciones en el coliseo neoyorquino, que ahora, en medio de serias dificultades financieras, debe buscarle rápidamente sustituto. Algunos empiezan a apuntar a Yannick Nézet-Seguin. Le echaré de menos.

Parece que ahora sí, que Rosa Montero está revisando la última versión de su próxima novela, en la que abandona el futurismo, la distopía y la ciencia ficción para centrarse en una trama contemporánea y tragicómica. Saldrá después del verano, a la vez, por cierto, que la última novela de Fernando Aramburu, Patria, en la que el escritor conjurará, con ETA al fondo, los demonios de su tierra vasca.