Parece que sí, que habrá competición, -y no concurso- como nos avisó el secretario de Estado Fernando Benzo. Me refiero al codiciado puesto de director del Museo del Prado que, como saben, abandona Miguel Zugaza, tan sabio y calmo para estar como para marcharse. Más de uno y dos nombres circulan por las salas del museo, pero ahí dentro se intuye que será Miguel Falomir el elegido. Parece que es el candidato del staff y del propio Zugaza. También José Luis Díez, ex-conservador de pintura del XIX del Prado y actual director del Museo de colecciones de Patrimonio Nacional, tendrá su chance. Se habla también de Julián Zugazagoitia, actual director del Museo Nelson-Atkins de Kansas City, y de Gabriele Finaldi, sí, aunque suene improbable, dado que acaba de tomar las riendas de la National Gallery londinense. Parece que el Brexit ha cambiado sus expectativas y que pudiera ser. Ojalá fuera.



Ya les he hablado otras veces de los insólitos espacios que se inventa el teatro. Pues bien, el de Arantxa de Juan rompe moldes. El 9 de febrero estrena en su propia casa (en el centro de Madrid) Magnani Aperta, un montaje en el que se narra las últimas horas de la actriz italiana. La idea surgió en Nueva York fruto de los trabajos que la directora y actriz realizó junto a Susan Batson, coach de actores como Nicole Kidman, Juliette Binoche y Tom Cruise. De Juan anuncia una experiencia "casi cinematográfica" llena de tragedia, humor y poesía.



Revelaciones sorprendentes en la prensa inglesa. Un tenaz historiador ha descubierto en los archivos del London's Authors' Club (al que pertenecieron, entre otros, Oscar Wilde y T. S. Eliot) varios documentos que acreditan el papel que dos autores ingleses, Douglas Jerrold y Hugh Pollard, tuvieron en el origen de nuestra guerra civil. Algo se sabía del oscuro papel de la inteligencia británica en el golpe del 36 (Peter Day lo contó en Los amigos de Franco), pero lo descubierto ahora va más allá. Dice Chris Schüler, el padre del hallazgo, que habrían "diseñado el comienzo de la guerra civil española". Ahí es nada.



Me sorprende que la argentina Andrea Giunta, pope de la crítica del arte contemporáneo en su país, no haya sido invitada a participar en el programa ARCO Argentina, país invitado este año. No me extraña que tenga el cabreo que me aseguran que tiene.