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Opinión

Colosal

14 abril, 2017 02:00

Después de tanto todo para nada, y viendo como se mueven Méndez Vigo y Fernando Benzo malpensaba en qué habría perdido el tiempo José María Lasalle, secretario de Estado de Cultura entre 2011 y 2016, sin resolver lo de la ley del mecenazgo, la piratería, el canon digital, los problemas con Hacienda de los creadores jubilados, el IVA... Pues bien, ya lo sé: estaba rematando Contra el populismo. Cartografía de un totalitarismo postmoderno, un ensayito de 160 páginas que lanzará a finales de junio Debate y que se plantea como "un alegato en defensa del humanismo y la libertad frente a las fuerzas que los amenazan en el siglo XXI".

Empiezan a moverse ya los festivales clásicos con vistas a la canícula. Quizá uno de los primeros sea el Formentor Sunset Classics, que en su quinta edición contará con el tenor Roberto Alagna y la soprano Aleksandra Kurzak. El director Gustavo Dudamel, tan clandestino durante los últimos meses en lo que respecta a su vida sentimental, pondrá el dorado broche del certamen junto a la Filarmónica de Viena. Barenboim, Lang Lang, Ainhoa Arteta y Zubin Mehta, entre otros, ya han pasado por su escenario.

A pie de estreno está ya lo próximo de Nacho Vigalondo, que acaba de desembarcar en la cartelera estadounidense con Colossal, una historia con mi Anne Hathaway en la que no faltan grandes emociones (a la altura del monstruo gigantesco que trae de cabeza a Gloria, el personaje que encarna la actriz). Vigalondo ha contado con su socia Nahikari Ipiña (con la que levantó el corto 7:35 de la mañana) y con su empresa Sayaka para la parte española de la producción. La peli calentará más aún el verano, ya lo verán.

El MACBA acaba de inaugurar la exposición del fotógrafo libanés Akram Zaatari, uno de los miembros fundadores de los archivos Arab Image Foundation (AIF). También el IVAM de Valencia acoge a los artistas libaneses Joana Hadjithomas & Khalil Joreige, que reflexionan sobre el concepto de la ruina a partir del estado en el que quedó su país tras la guerra civil; y más aún: la galería Parra & Romero presenta en verano en su sede de Ibiza un proyecto de Walid Raad, libanés él también. ¿Coincidencias? ¿Estamos ante un boom del arte libanés?