Image: Plaza Mayor

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Opinión

Plaza Mayor

14 julio, 2017 02:00

Juan Palomo

Ahora que Alfaguara anuncia para el próximo otoño una nueva andanada de inéditos de Roberto Bolaño -tres nouvelles incluidas en el volumen Sepulcros de vaqueros-, no puedo sino acordarme de la última voluntad del dramaturgo Edward Albee (¿Quién teme a Virginia Woolf?), muerto el pasado otoño y que en su testamento, que acaba de desvelarse, pedía a dos íntimos amigos que destruyeran cualquier manuscrito incompleto que hubiese podido dejar. ¿Para evitar algo así, ese lento goteo de textos inacabados cuya publicación póstuma el escritor difunto no puede (y la familia no quiere) impedir?

Pues parece que el cine español se está reservando para la vuelta de las vacaciones (no en vano, el 22 de septiembre, llega el Festival de San Sebastián). Uno de los que estrenará su siguiente entrega es Antonio Cuadri, que ha reunido en Operación Concha a Jordi Mollá (que se ha prodigado poco últimamente) y Karra Elejalde. Vuelve así a la pantalla grande el subgénero de los timadores con todos sus ingredientes: canallas, ingenuos, estafadores, traidores... No faltará, me cuentan, conexiones con la ineludible y cruel situación financiera...

El Ayuntamiento de Madrid quiere devolverle brillo y protagonismo cultural a la Plaza Mayor, más ahora que cumple 400 años. Están contando para ello con aliados como el Teatro Real o el Teatro de la Zarzuela. Y otras instituciones escénicas no madrileñas, como el Liceo, que proyectará su Trovatore el próximo 21 de julio (aforo: 2.900 personas). A finales de septiembre la Compañía Nacional de Danza también se sumará a la celebración: los bailarines de José Carlos Martínez desplegarán dos de su coreografías: una clásica (Don Quijote) y otra contemporánea (Minus 16).

Murió el músico Martín Porrás sin ningún eco mediático. Sólo Jorge Fernández Guerra en docenotas.com reparó en la triste noticia, lamentando tanta desmemoria hacia "el padre de la percusión española moderna". Fue timbal solista de la OCNE y el primer catedrático de percusión en el Conservatorio de Madrid, donde lo reclutó Cristóbal Halffter. Directores como Encinar o Temes fueron sus alumnos. Ahora que los músicos españoles pueblan las mejores orquestas del mundo, conviene no olvidar a nuestros pioneros.