Qué fiasco. Dos de los libros que más me apetecían parecen no estar escritos para mí. Uno era el nuevo de Karl Ove Knausgard, Autumm. Los críticos americanos dicen que muestra el "lado más dulce" del noruego en forma de carta a su hija. ¿Así que nos va a dejar de hablar de sus automutilaciones, sus fracasos sexuales y su intermitente alcoholismo? Pues yo me bajo. La otra decepción anticipada es The Red-Haired Woman, de Orhan Pamuk. Titula el Washington Post que es "la peor traducción al inglés que Pamuk ha sufrido nunca". Eso aquí no sería un problema si no fuese porque el crítico, William Giraldi, le arrea poco después al turco por su excesivo, dice, "didactismo" y por su abuso de las metáforas facilonas.



La figura de Arturo Toscanini da mucho juego para una biografía. Y Harvey Sachs la exprime con afán exhaustivo en Musician of Conscience, fundamentada en miles de telegramas y cartas del maestro italiano, que brilló en auditorios y alcobas. En los primeros fascinó por su nervio, su vuelo, su rigor, su memoria, su disciplina y su hondura. También por su dignidad y firmeza, acreditada cuando se negó a bailarle el agua al Duce. En las segundas manifestó una promiscua voracidad. Genio y figura. Ojalá podamos leerla pronto en español.



Por vez primera en la última década, J. K. Rowling se aupa a lo más alto de la lista Forbes de escritores gracias a los 95 millones de dólares ganados entre junio de 2016 y mayo de 2017; Dan Brown llega al cuarto lugar con 20 millones; desaparece de los 10 primeros George R. R. Martin y su interminable Juego de tronos y se mantienen Stephen King (15 millones) y Grisham (14), mientras sigue sobre ruedas (raíles) Paula Hawkins, por los 13 millones ganados con La chica del tren.



Hay parejas de cine y cine de parejas. A este último subgénero se han apuntado Javier Bardem y Penélope Cruz, que tras protagonizar Loving Pablo, de Fernando León, continuarán compartiendo plano en la próxima entrega del iraní Asghar Farhadi, el autor de la celebrada Nader y Simín que acaba de comenzar en Madrid el rodaje de Todos lo saben, una producción que cuenta además con Ricardo Darín, Eduard Fernández, Bárbara Lennie, Inma Cuesta y Ricardo Barea, entre otros. Casi nada.