El pasado fin de semana se publicó un cuento perdido e inédito de Raymond Chandler, con un culpable nada habitual, el sistema de salud estadounidense. Escrito al final de su vida, "Its all riht-he only died" ha aparecido entre los papeles del Archivo Chandler de la Biblioteca Bodleian de Oxford, y comienza cuando "un hombre mugroso llega en camilla a un hospital". Acaba de atropellarle un camión, apesta a whisky y el personal de urgencias se niega a atenderle si no paga 50 dólares. Se trata, según los expertos, de un ejemplo del Chandler más crítico y social, un Chandler colérico, siniestro incluso, que prefirió no publicarlo consciente de su carga social.



Durante un mes, ya lo saben, las listas lo invaden todo. Del portal de subastas Catawiki acaba de salir la de los carteles de cine más caros de la historia. El primero, vendido por 920.000 de euros, ha sido el de la versión internacional de Metrópolis, diseñado por Heinz Schulz-Neudmann en 1927. Otra versión del cartel de la película de Fritz Lang ocupa el tercer lugar (que superó los 300.000). No está mal para un filme que fue un fracaso de taquilla. Los otros carteles más cotizados pertenecen a La Momia (1932), Satanás (1934), La novia de Frankenstein (1935) y Drácula (1931).



Celebro el hito histórico de la paridad: Cecilia Bartoli ha sido la primera mujer que canta en la Capilla Sixtina. Lo hizo en un concierto con el coro que lleva el nombre de la famosa estancia vaticana, con el que también ha grabado el disco Veni Domine, recientemente lanzado por Deutsche Grammophon. Atrás quedan siglos de estúpida prohibición, resumida en el dictamen mulieres en eclessiis taceant (las mujeres en la iglesia callan). ¡Ja, pues ya no!



Valencia quiere ser Málaga. Me explico. Con los nuevos aires que llegaron al IVAM hace tres años, la ciudad ha despertado de su apatía artística y nacen los espacios para su disfrute. Al recién inaugurado Bombas Gens de los coleccionistas José Luis Soler y Susana Lloret, se unirá pronto el Palau de Valeriola que va a rehabilitar Hortensia Herrero, mujer de Juan Roig, para alojar su colección. Y más aún: CaixaForum se instalará en la Ciudad de las Artes y las Ciencias.