Image: El polígrafo

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Opinión

El polígrafo

16 febrero, 2018 01:00

Agustín Fernández Mallo

Polígrafo, según la RAE: "Detector empleado en la investigación policial de los delitos para registrar las respuestas corporales de una persona cuando se la interroga y detectar si miente", y otro detector de verdades que todos llevamos dentro me dice que eso no es cierto. Porque los polígrafos nada detectan acerca de la verdad o la mentira, usan reacciones fisiológicas -sudor, latidos del corazón- que luego son interpretadas, y, como toda interpretación, dependerá de la subjetividad y cultura del interpretador. Por algo, y salvo en sistemas legales que operan sobre sociedades cuyo imaginario se fundamenta en un empirismo radical, no son admitidos como prueba en juicio alguno.

Y esto de la verdad y la mentira nos interesa mucho, es aquello a lo que por lo menos desde que Parménides y Heráclito establecieron su antagonismo ontológico "ser/no ser", que también es epistemológico, no paramos de darle vueltas. Laura Morrón, gran divulgadora de ciencia, tuitea un artículo de Juan Ignacio Pérez que no sólo refuta al polígrafo sino que abre la posibilidad a pruebas infinitamente más fiables con Resonancia Magnético-Nuclear. El Twitter del músico y escritor Julián Hernández dice que según el Padre Brown los polígrafos resultan infalibles como máquinas, lo que falla es la interpretación de los datos. El escritor y neurofisiólogo Germán Sierra, en una conferencia impartida en la Universidad del Cornell, nos contó que cuando se comercializaron los polígrafos se retó con dinero a quien pudiera engañar a la máquina; al día siguiente no pocos nadaban en dólares.

Pero la RAE da una segunda definición de polígrafo, "Escritor que trata sobre materias diferentes." Y ésta ya se ajusta mucho más a la verdad. Obviamente, también el fundamento de la escritura es mezclar en un solo matraz verdades y mentiras que den lugar a una mentira verosímil, una ficción.

@FdezMallo