Una cosa parece clara: para el presidente Sánchez la cultura es una ‘maría', algo poco relevante. Es el único nombramiento en el que no buscó, en su primer intento, el conocimiento o la experiencia sino la sorpresa, el nombre-guinda. Y a fe que nos sorprendió. No hay más que pisar un rato eso que pomposamente llamamos "el mundo de la cultura" para saber que el periodista Màxim Huerta no tenía el perfil que se esperaba. Somos muchos los que nos preguntamos quién le dispararía a Sánchez tal nombre, en qué momento aceptó él, sabiendo, además, que tenía semejante muerto en el armario. El nuevo ministro de Cultura, José Guirao, es un viejo conocido, y querido, de las gentes que habitan este pueblo lleno de aristas, de egos, de gente sabia. Al presidente le ha aconsejado esta vez otra persona, está claro. Ojalá tenga suerte y tino. Te lo deseamos, ministro.





Hace unas semanas les anuncié la subasta de algunos bienes de Sylvia Plath y ya puedo confirmarles lo que aventuraba entonces: con más de medio millon de dólares obtenidos, ha superado todas las previsiones gracias, entre otras cosas, a la mitomanía rampante. Así, una vendedora de libros raros, A.N. Devers, compró por más de 3.000 dólares, unos 2.600 euros, una falda de tartán verde que usaba Plath cuando era alumna del Smith College y que llevaba una cinta con su nombre. Y ahora Devers se pasea y retrata con ella en Instagram como si no hubiese un mañana.



No se lo van a creer pero tenemos otro título cinematográfico sobre estrella musical a las puertas de nuestra cartelera. El más justificado, les diré, porque se trata de Whitney Houston, la cantante estadounidense que realmente tuvo una vida de película, una desgraciada existencia que queda reflejada en Whitney, un documental que aporta jugoso material inédito, grabaciones exclusivas y actuaciones poco conocidas. Firma el trabajo Kevin MacDonald y aparecen entrevistas con amigos como Kevin Costner y numerosos familiares de la intérpete de I will Always Love You.



La repetida frase unamuniana "Que inventen ellos" puede que tenga una base pero será historia si el interés por la ciencia sigue creciendo, a lo que seguro contribuye el ministro-astronauta. Lo digo porque Cosmos, la muestra que J. M. Sánchez Ron ha comisariado en la Biblioteca Nacional, ya ha rebasado los 30.000 visitantes. Yo, les confieso, me estremecí al contemplar primeros trabajos de Leonardo, Galileo, Copérnico, Darwin y Newton.