Image: Peligros de la literatura

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Opinión

Peligros de la literatura

27 julio, 2018 02:00

Agustín Fernández Mallo

Sabemos que los mamíferos sobrevivieron a las condiciones extremas que extinguieron a los dinosaurios porque tenían la dimensión justa para excavar la tierra, construir espacios en los que minimizar la incertidumbre existente a cielo abierto. También tenían pelo, lo que les ayudó a poder mantener una temperatura corporal más o menos constante, y además poseían glándulas mamarias, de modo que aunque no dispusieran en su entorno de comida, las crías podían con seguridad alimentarse nada más nacer. Pero aún hay más: miles de años de evolución nos llevaron a desarrollar un oído separado de la mandíbula, lo que nos permitió mapear sutilmente el entorno, recibir y sintonizar alertas depredadoras, algo así como "ver" en la absoluta oscuridad, ver allí donde antes nada había, y, en suma, intuir. Digámoslo así: el oído es a la visión lo que la intuición a la certeza: una clase de poesía.

Otra definitiva y fundamental mutación fue la aparición de piezas dentales especializadas, dotadas de muy diferentes cúspides, formas y contornos, verdaderas herramientas para triturar comida de variada dieta, desde ramas, plantas y vegetales en general a (ojo veganos y veganas) toda clase de carne; una omnívora trituración y reciclaje del mundo sin el cual hoy no estaríamos aquí.

El libro más vendido de la Historia, el absoluto best seller, es la Biblia. Allí aparecen Diez Mandamientos que, bien inspeccionados, son el mayor y más exacto compendio de todo lo que un mamífero humano no debe hacer si lo que quiere es sobrevivir; repásenlos y de inmediato se darán cuenta de que algunos resultan especialmente opuestos al mantenimiento de una biología, como un decálogo secretamente programado para la extinción. Sí, cuidado con la literatura, en ocasiones parece trabajar con el objetivo de hacer desaparecer lo que la evolución, en miles de años, nos ha traído.

@FdezMallo