Image: La trampa de la ciudadanía

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Primera palabra

La trampa de la ciudadanía

por Luis María Anson, de la Real Academia Española

3 enero, 2008 01:00

Luis María Anson

José Antonio Marina no es tórpido ni masón. Es un filósofo eminente, autor de varios inquietantes libros que se encuentran entre lo más granado del ensayismo español contemporáneo. Su prestigio es considerable, avalado por intelectuales como álvaro Pombo, uno de los novelistas más sugerentes, originales y provocadores del último medio siglo literario.

José Antonio Marina se ha convertido en la coartada del Gobierno de Zapatero para introducir con vaselina en los colegios españoles la jugarreta de la Educación para la ciudadanía. Franco impuso, manda huevos, su asignatura Formación del espíritu nacional con el fin de educar a las sucesivas generaciones en los principios inmutables del Movimiento surgido tras la guerra incivil. El think tank de Zapatero conspira en una democracia pluralista y, naturalmente, no puede dictar una imposición testicular, así es que ha decidido implantar gradualmente su Formación del espíritu socialista para que se trague la maniobra el ciudadano medio. Se trata de una política tórpida y albañal para regocijar a los adictos y engatusar a los pardillos.

Como José Antonio Marina no es un pardillo, estoy seguro de que no se creerá que el texto que ha redactado para Educación para la ciudadanía se va a mantener tal cual durante mucho tiempo. Las coartadas tienen su función esporádica y nada más. Los objetivos del Gobierno de Zapatero han sido desenmascarados por muy diversas instancias moderadas y constructivas y no sólo nacionales porque en Noruega, Bélgica, Italia, Gran Bretaña, Croacia, Francia, Estados Unidos, Luxemburgo, Polonia, Eslovaquia, Dinamarca, Portugal, asociaciones e instituciones prestigiadas han manifestado su alarma ante lo que se perpetra en España. La Asociación de Padres Europeos, con más de 150 millones de afiliados, ha hecho una seria advertencia. La denuncia de Educación para la ciudadanía se ha convertido en un clamor nacional. 25.000 objetoresde conciencia se han plantado. Lo que pretende el PSOE es preparar a las futuras generaciones para que voten socialista y de paso para construir una sociedad descristianizada.

Primero se sustituyó el estudio de la religión por el parchís. Algo grotesco propio de la inmadurez de cartel preuniversitario de ciertos sectores socialistas. Ahora se ha profundizado en la cuestión y, enmascarándose en coartadas como el encargo de textos a José Antonio Marina, se juega el órdago de la Educación para la ciudadanía.

He escrito muchas veces que el catecismo debe aprenderse en casa, en la catequesis o en la parroquia. Pero el conocimiento de las religiones forma parte de la cultura general. No se puede mover uno culturalmente por el mundo sin tener una idea del paganismo grecolatino, del hinduismo, del budismo, del judaísmo, del islamismo o del animismo. La arquitectura, la escultura, la pintura, la literatura, la música de Oriente y Occidente están inspiradas, están impregnadas del hecho religioso en porcentaje abrumador. 1.200 millones de cristianos, más de 1.000 millones de musulmanes exigen hoy respeto a la religión. Un millón de jóvenes rodearon a Juan Pablo II en su último viaje a España. El 80% de los padres españoles exigen religión para sus hijos en los colegios. Más de once millones de personas acuden a Misa en España los fines de semana. ¿Qué pasaría si el PSOE convocara a un mitin todos los domingos? ¿Qué asistencia real se produciría? La Misa se nutre en nuestro país de 660 millones de asistencias al año. Y la gente acude masivamente a unos oficios religiosos que no son precisamente una fiesta de rock, diversión y picnic.

Corresponde a los padres, en todo caso, decidir la educación que desean para sus hijos. No a la intervención del Estado. Mucho menos a la del Gobierno de turno. Maniobras solapadas como Educación para la ciudadanía no son de recibo. Hay que denunciar el atropello totalitario desde la libertad. Ya tuvimos bastante con los 40 años franquistas de nacional catolicismo y formación del espíritu nacional. Casi nadie quiere que Zapatero haga lo mismo pero al revés. El ciudadano medio español ha apostado por la libertad.

Zigzag

"No existe un solo colegio en Cataluña donde las clases se impartan en castellano. El atropello constitucional es flagrante. Existen colegios franceses, italianos, ingleses o alemanes. Los estudiantes pueden recibir clases en francés, inglés, italiano o alemán. No en castellano. ERC borró el idioma de Cervantes de los colegios catalanes. El PSOE, que domina ahora la cartera de Educación, no ha hecho nada para remediar el atropello, para enfrentarse con el aldeanismo decimonónico contra el segundo idioma del mundo hablado por más de 400 millones de personas. Es duro decir todo esto pero es la verdad. Vengo denunciando lo que iba a pasar desde la época en que dirigí ABC. Estaba claro lo que pretendían algunos dirigentes catalanes, empezando por Pujol. La tropelía se ha consumado ya con la aquiescencia del Gobierno actual. El sectarismo de unos políticos catalanes decadentes está haciendo un grave daño no al idioma castellano sino al pueblo de Cataluña."