Image: La solidez del cine español

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Primera palabra

La solidez del cine español

24 febrero, 2011 23:00

Los Goya son los Oscar de pitiminí. El acto de entrega de los premios avergüenza. Es un pastiche fatigoso de la ceremonia norteamericana. Nadie ha tenido la imaginación de hacer algo distinto que se evada del mimetismo californiano. Falla la originalidad.

Del bodrio de los Goya no puede derivar la descalificación del cine español. La anosmia cultural de algunos comentaristas asombra. Ciertamente, se estrenan numerosas películas subvencionadas que no interesan a nadie. Ocurre lo mismo con algunas exposiciones plásticas o con ciertas novelas premiadas. Nadie puede negar seriamente que el cine español actual vive una edad de oro y se ha encaramado en cimas internacionales tantos años inalcanzables. Almodóvar, Garci, Trueba, Amenábar son nombres de resonancia mundial. Penélope Cruz, Antonio Banderas o Javier Bardem ocupan lugares nunca pisados por actores españoles.

He conocido a Buñuel, a Berlanga, a Bardem, a Garci y a Almodóvar. He saludado en alguna ocasión a Amenábar y no sé si a Trueba. Buñuel fue el genio; Berlanga, la inteligencia; Bardem, la descarga intelectual; Garci, la intimidad; Trueba, la mesura; Amenábar, la calidad; Almodóvar, que sé yo qué es Almodóvar.

Tras conocerle en mi despacho del ABC verdadero, cuando apenas había empezado, escribí: “Almodóvar, tú eres Pedro…”. Y sobre esa piedra se ha levantado lo mejor de la historia del cine español. Almodóvar es el disparate, la mordacidad, la fantasía, la provocación, el jadeo, la saturnal. Es la utopía, el delirio, el enojo, la exigencia, la mosca cojonera. Es la excitación, la ironía, el antojo, el deseo, el alboroto, el gemido, la exaltación, el aspaviento del novicio, el ademán del padre prior. Es la alucinación, la desmesura, el clímax, la plasticidad, la perspicacia, el fornicario, el relicario. Es la inteligencia en estado puro, la fábula, el hostigamiento, la madera desesperada de las guitarras lejanas, la avispa que deja el aguijón clavado sobre el celuloide.

Almodóvar, todavía en plena juventud, ocupa ya el primer lugar de la historia del cine español, cuya solidez ha cristalizado en los más altos premios norteamericanos, europeos y asiáticos. Denigrar nuestro cine, hoy, significa carecer de la menor idea de la realidad cultural de España. La mandanga, el amiguismo, la exclusión, la politiquería barata, la subvención cretina, todo eso es verdad pero no empaña el brillo creador de nuestros cineastas.

Bardem, Berlanga, tal vez Summers, merecieron el Óscar, inalcanzable cuando padecíamos todos asfixiados bajo la dictadura de Franco, el mediocre caudillo vencedor de la guerra incivil. Buñuel consiguió todos los premios porque era un genio y, además, porque vivía en el exilio. Recuerdo vivamente las conversaciones con él y con Miguel Pérez Ferrero. Tenía Buñuel el cráneo esbelto y mondo, a cada lado un poco de pelo irritado. Los ojos eran nobles, con calidad de pez, y saltaban. Desolada y huraña la expresión de la boca. Las cejas eran insistentes, igual que el bigote y las orejas ultrajadas. El cuello, memorable; los dedos, desdeñosos. Era un hombre recio, como un armazón de madera antigua, el barniz perdido. Estaba ya por encima del bien y del mal. Al Almodóvar hoy triunfador, tal vez le convendría recordar lo que escribió el creador de Viridiana: “Encuentro falaces y peligrosas todas las ceremonias conmemorativas. Viva el olvido. Sólo veo dignidad en la nada”. Se anticipó así Buñuel al verso cumbre de José Hierro: “Qué más da que la nada fuera nada si más nada será después de todo, después de tanto todo para nada”.

ZIGZAG

Erizante la historia de Marcos, el adolescente que asesina a su padre. La irrupción de las nuevas tecnologías en la vida colegial ha transformado la relación entre profesores, padres y alumnos. Todos somos víctimas de un mundo nuevo y tambaleante. Sigo a Fernando J. López desde su primera novela, In(h)armónicos. Con la que acaba de publicar, La edad de la ira, ha granado ya en gran novelista. Se merece que el éxito le acompañe.