Image: Ayudar a la Casa del Actor

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Primera palabra

Ayudar a la Casa del Actor

11 marzo, 2011 01:00

"Me dijo que se llamaba Nadiuska. No decía la verdad, pero qué más daba. Era una mujer deslumbrante, de ojos con transparencias verde azules y una piel que cimbreaba. Me la presentó Vicente Escrivá en una cena privada. Tenía 18 años. Triunfó arrolladoramente en el cine. Hizo varias docenas de películas. No era una gran actriz. Era una estrella. Ganó ríos de dinero. Se lo gastó todo. Fue una antecesora de Zapatero en las dádivas y el derroche. Se arruinó hasta la miseria. Recuerdo aquellas fotografías terribles de Nadiuska, muchos años después, durmiendo en la calle canalla de Madrid, rodeada de cartones para combatir el frío. Terrible. De la gloria a la mendicidad, las pavesas de la belleza".

Con este párrafo abría yo hace un año el artículo que dediqué a subrayar la importancia de la Casa del Actor. El proyecto lo tiene todo. Julia Trujillo, una actriz con cien éxitos a las espaldas, es la presidenta de la Fundación y está haciendo una gestión seria, honrada, austera y eficacísima. Colaboran con ella algunos de nuestros actores y actrices más destacados: Manuel Gallardo, Manuel Galiana, María José Alfonso, Alicia Agut, María Kosty, Loles León, Beatriz Carvajal y el empresario Alejandro Colubi. Nuria Espert, Antonio Banderas y Victoria Rodríguez son los patronos de honor.

Bonifacio de Santiago, que es uno de los nombres grandes con que cuenta el Partido Popular, otorgó a La Casa del Actor un terreno de 10.000 metros cuadrados en Las Rozas, el municipio del que es celebradísimo alcalde. Con ayudas de distintos organismos se han concluido ya los trabajos previos, la excavación y el movimiento de tierras. Se ha ejecutado el 91% de la cimentación, el 63% de la estructura, el 43% del saneamiento. Cuando esté terminada La Casa del Actor contará con 176 habitaciones para actores y actrices que necesiten asistencia, así como con una serie de dotaciones que la situarán al nivel de las que ya existen en las principales ciudades del mundo.

Se ha hecho mucho pero todavía queda mucho que hacer y es necesario estimular al ministerio de Cultura, a la Comunidad de Madrid y a la sociedad civil a que viertan recursos suficientes para concluir la magna obra.

También a la AISGE, que gestiona en España los derechos de propiedad intelectual de actores, dobladores, bailarines y directores de escena. La AISGE está excelentemente administrada y dispone de recursos para contribuir a la finalización de La Casa del Actor, en beneficio de todos. No hace falta apelar al sentido común y a la responsabilidad de los 25 actores y actrices que forman el Consejo de Administración de la AISGE en representación de sus compañeros. Todos ellos conocen a fondo las glorias y miserias de la profesión. Saben que es necesario ayudar. Y yo, desde mi admiración permanente por el oficio que encandilaba a Cervantes y emocionaba a Don Quijote, les aliento a que lo hagan. ¿Qué responsabilidad contraería la AISGE si la Casa del Actor se quedara en un proyecto inacabado? Estoy seguro de que los actores y actrices que rigen esta institución serán especialmente sensibles a las necesidades de La Casa del Actor.

ZIGZAG

Aviso para navegantes. Atención a Pilar Jurado. Nada en ella es vulgar. Tiene defectos como soprano y como compositora. Y no pocos. Pero sus virtudes los superan y abruman. Es una cantante que acaricia los más varios registros. Hay mucha seda en su voz que se empasta a veces de melancolía, a veces de agresividad. Es una directora con autoridad. Es una compositora de ávido aliento y ardiente ambición. Me alegra que así lo comprendiera el gran Mortier al incluir La página en blanco en su espléndida temporada del Real. A mí me gustó la obra, la dirección musical de Engel, la escenografía de Polzin, el trabajo de Hermann y, sobre todo, la música y la voz de Pilar Jurado que camina sobre el filo de la navaja entre la tradición y la vanguardia, con Strauss y Messiaen haciendo guardia a sus oídos azules, mientras se entristecen los chelos del fin de los tiempos.