Image: Los Toros, patrimonio cultural de Francia

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Primera palabra

Los Toros, patrimonio cultural de Francia

Por Luis María Anson, de la Real Academia Española Ver todos los artículos de la 'Primera palabra'

6 mayo, 2011 02:00

Luis María Anson, de la Real Academia Española


Llamé a Vicente Zabala, reconocido hoy como el primer nombre de la crítica taurina del siglo XX, y le dije en mi despacho de ABC:

- Quiero que asistas al mayor número posible de corridas en Francia. Las cosas se están poniendo incómodas en el Parlamento europeo pero mientras haya toros en Francia, que es el país símbolo de la cultura, la fiesta superará todos los obstáculos.

Hace ya veinticinco años de aquella decisión. En discursos, conferencias, intervenciones en radio y televisión, en infinidad de artículos, he resaltado la significación de las corridas de toros como manifestación de la cultura y he alentado a aplaudir al público francés, tan entendido y constante en su afición taurina. Debo confesar que nunca pensé en que se produjera algún día el respaldo abierto de las autoridades galas a las corridas de toros. Me bastaba con que se las diera continuidad en el país vecino. Y de pronto, la gran noticia: el Gobierno de la nación de Víctor Hugo y Descartes ha decidido considerar a las corridas patrimonio cultural de Francia.

¡Qué soberana lección! Ortega y Gasset, que escribió páginas imborrables sobre la dimensión cultural de los toros, hubiera exultado ante la sabia decisión francesa. El autor de La rebelión de las masas murió sin haber escrito su libro Paquiro o de los toros, sobre el que trabajó hasta su muerte. Por fortuna, frente a ciertos sectarismos nacionalistas, frente a los aldeanismos decimonónicos de alguna región española, Francia ha puesto las cosas en su sitio al reconocer la carga cultural de la fiesta taurina, fiesta del arte y del valor, escultura viva sobre el ruedo, ballet heroico de ritmo musical y artístico.

Mi respeto profundo para los que discrepan de las corridas de toros. Entiendo muy bien sus razones. Pero, frente a ellas, tomé la decisión de que esta revista, El Cultural, publicación de referencia en la vida intelectual española, creara un premio taurino con el nombre que le hubiera gustado a Ortega: Paquiro. Fueron muchos los que aplaudieron la fundación del premio; algunos también los que discreparon. La decisión del Gobierno francés, al reconocer a las corridas como patrimonio cultural de Francia, avalan lo que se ha hecho en esta revista, punta de lanza en España para consolidar a los toros en el mundo de la cultura.

Ganó precisamente un torero francés, Sebastián Castella, el primer Premio Paquiro. Después, el milagro de José Tomás y el arte de Morante. Y, como el galardón se otorga al acontecimiento taurino del año, el jurado del 2010, tras la aldeana politización secesionista de la fiesta en Cataluña, distinguió con el Premio Paquiro a dos intelectuales defensores de la dimensión cultural de la fiesta: el peruano Mario Vargas Llosa y el catalán Pere Gimferrer. Vargas Llosa ganó poco después el Premio Nobel de Literatura; Pere Gimferrer será también, y en poco tiempo, Premio Nobel de Literatura. La poesía en catalán de Gimferrer ganará para España el Premio Nobel.

Dentro de unos días, Mario Vargas Llosa y Pere Gimferrer recibirán el premio Paquiro 2010 en una gran fiesta de la cultura que arracimará a lo más granado de la vida intelectual española. Y en el mundo taurino, con Lorca tembloroso al fondo, se levantará, a través de las ganaderías, un aire de voces secretas que gritarán a toros celestes mayorales de pálida niebla.

ZIGZAG

Testigo privilegiado de la vida española desde que finalizó la II Guerra Mundial, Carlos Robles Piquer ha significado siempre la moderación, la prudencia, las buenas maneras, el sentido del humor, la firmeza de ideas. Su Memoria de cuatro Españas es un libro imprescindible para entender cabalmente la República, la guerra incivil, la dictadura franquista y la Monarquía democrática. A través de sus experiencias como diplomático, como político, como periodista, Robles Piquer analiza los acontecimientos que vertebraron la vida española desde el fracaso republicano hasta la prosperidad en libertad de la España actual. Las memorias están escritas con serenidad de ánimo, sin desquites ni acritudes. Aportan muchos datos y hechos desconocidos y en algunos casos reveladores. Estamos ante un libro importante que agradecerán los lectores.