Por el cine de Manuel Gutiérrez Aragón sopla a ráfagas el viento del periodismo. Es la huella de una vocación frustrada. El cineasta albricia sus imágenes sobre el instinto periodístico, presente en la veintena de películas con las que ha consolidado una de las obras más serias del arte cinematográfico español. Desde Habla, mudita hasta La vida que te espera el cine de Gutiérrez Aragón fluye con hondura intelectual y de forma incesante en Demonios en el jardín, Camada negra, La noche más hermosa, Feroz, La mitad del cielo, Sonámbulos, Cosas que dejé en La Habana... puntas de lanza de una carrera insólita. Además, el director ha sabido adentrarse en el mundo cervantino con El caballero Don Quijote que refleja un singular conocimiento del personaje indiscutido de la Literatura universal.

Discurro sobre el cine de Gutiérrez Aragón, impresionado por la calidad de su novela, Cuando el frío llegue al corazón. Sobre una arquitectura provocadora, el autor galopa a lomos del cuerpo y el alma de Ludivinio, que es el hombre zarandeado por el amor, dominado por el sexo, lanzado hacia el futuro incierto, con apuntes autobiográficos a base de espátula y reflexiones contradictorias. Entre los verdores y las calvas del monte Véspero, con una Rosa Eva que se esponja, Ludi, hijo de un preso político, vive la libertad entre la meditación y el frenesí. Traduce el diálogo de Platón sobre la muerte de Sócrates y aprende el sabor de la cicuta, es decir, de la vida que vivimos sin pensar, porque hemos nacido condenados a muerte desde el primer balbuceo.

Manuel Gutiérrez Aragón domina el diálogo. El temor y el temblor de Cuando el frío llegue al corazón se nutre con su savia. Deslumbra en muchas ocasiones la calidad literaria de las conversaciones. Dejo a la crítica especializada que señale los defectos de la novela, que los tiene. Pero a mí me ha impresionado la escritura de este director de cine que acaricia la palabra liminar, roza con los labios los adjetivos, se recrea en la metáfora. Es otra vez la voz del periodismo como género literario. En el siglo XVI, el género que predominó en la expresión de la belleza por medio de la palabra fue la poesía; en el XVII, el teatro; en el XVIII, el ensayo y en el XIX, la novela. En el XX, el periodismo que, además de una ciencia de la información, es también un género literario como la poesía, el teatro, el ensayo o la novela.

Ludi le lee a su tía seductora, Rosa Eva, la muerte de Sócrates según Platón. El filósofo -dice- “intenta distraer a los amigos para que no se entristezcan con su muerte, que va a ser dentro de muy pocas horas, cuando entre el verdugo y le tienda la copa de veneno”. Cuando el frío llegue al corazón, concluirá Gutiérrez Aragón para dar título a su relato convertido en novela sugestiva y erizante. Pero hay algo que va más allá del Fedon. “El barco que se envía todos los años a Delos, en honor del dios Apolo, viene de regreso”. Y así se produce el retorno al amor apasionado y turbio. Al bajar del Véspero, empapado por la lluvia bajo la tejavana de la iglesia, Ludivinio regresa a casa para encontrarse con su tía Rosa Eva y entregarse con ella al sexo desbocado mientras siente "el viento de sus palabras" y adorna a su tío con la más airosa cornamenta. La vida, en fin, continúa para todos y Gutiérrez Aragón cierra su relato entre la contradicción y la esperanza.

Un recreo para el buen gusto literario, Cuando el frío llegue al corazón. La obra, en fin, de un cineasta que domina el juego de las palabras igual que el de las imágenes y que ha sabido fondear la expresión artística en las calas de la literatura auténtica, audaz y sin concesiones.

ZIGZAG

Pedro Serra ha honrado, con una soberbia introducción, Devastación de sílabas, el libro que agavilla la poesía de Nuno Júdice. Los paisajes de la tierra y del alma desfilan por los versos erizados de este poeta portugués, provocador y de vanguardia, que escribe con la pluma ardiendo y el corazón en calma. En su escritura anidan a veces los pájaros tristes de John Donne aunque nunca doblen las campanas. Pero el lastre de lo absoluto pesa sobre sus versos y sus meditaciones entristecidas.