Image: El taller desconocido de un genio

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Primera palabra

El taller desconocido de un genio

30 mayo, 2014 00:00

Junto a La rebelión de las masas, de José Ortega y Gasset; junto a Sonetos del amor oscuro, de Federico García Lorca; junto a Sobre la esencia, de Xavier Zubiri; junto a La agonía del cristianismo, de Miguel de Unamuno; junto a El príncipe destronado, de Miguel Delibes; junto a Jardines Lejanos, de Juan Ramón Jiménez; junto a Poemas de la consumación, de Vicente Aleixandre; junto a Tirano Banderas, de Ramón del Valle-Inclán; junto a Orígenes del español, de Ramón Menéndez Pidal; junto a La lucha por la vida, de Pío Baroja; junto a Golfo de sombras, de Rafael Alberti; junto a Madera de boj, de Camilo José Cela, habrá que situar a Hombre solo, de Antonio Mingote, entre los libros más destacados del siglo XX español.

El drama de la soledad en la selva de asfalto de las grandes ciudades queda sintetizado por el lápiz del genial dibujante. Antonio Mingote, que tantas veces vendó con sus viñetas las heridas del pueblo, que en tantas ocasiones denunció el inmovilismo cerril de políticos e intelectuales convertidos en hombres-piedra, supo acercarse al hombre solo y a la mujer aislada. “En soledad vivía, y en soledad ha puesto ya su nido, y en soledad la guía a solas su querido, también en soledad de amor herido”.

En los plenos de la Real Academia Española, Antonio Mingote y yo nos sentábamos juntos. El genio del lápiz dibujaba sin cesar. A veces me decía: “Veo que te encanta escuchar los sermones de García de la Concha. Yo, como estoy sordo, no me entero de nada. Me tienes que contar lo que dice”. Y añadía: “El día que deje de aprender, ya nada tendrá sentido para mí”. Coincidía, sin saberlo, con Goya, que escribió en Burdeos tras esbozar un apunte: “Todavía aprendo”.

Isabel Vigiola y Antonio Astorga han publicado un libro especialmente interesante sobre el taller desconocido del genio. Se titula Mingote reservado y en él se agavillan bocetos inéditos, dibujos censurados por la dictadura, reflexiones profundas y desconocidas, recuerdos personales de uno de los españoles más destacados del siglo XX español. Una parte sustancial del archivo más privado y desconocido del gran maestro se desvela en este libro, desde las fotografías infantiles con su hermana Mercedes y su prima Carmen hasta el ingreso en la Academia presidido por Juan III; desde las referencias al abuelo Esteban y a su padre el reconocido músico Ángel hasta la presencia del Mingote militar en la guerra incivil española; desde divertidos artículos sin publicar a sorprendentes pinturas desconocidas. El libro introduce al lector en la vida reservada de aquel hombre inolvidado que fue un genio del lápiz, un español libre e independiente y un hombre bueno en el buen sentido de la palabra, Antonio Machado al fondo. Me ha interesado, y a veces me ha desgarrado, este Mingote reservado de Isabel Vigiola y Antonio Astorga que han acertado al llevar a la portada el recuerdo de un verso de Rubén Darío, que impresionaba al autor de Hombre solo: “No saber adónde vamos ni de dónde venimos”.

Los autores del libro han sabido destacar, entre centenares de recuerdos de especial interés, esta frase de Mingote que radiografía no solo su pensamiento sino sobre todo su actitud ante la vida, como destacó hace tiempo Alfonso Ussía: “La hipocresía, la cursilería y el fanatismo son piedras atadas a nuestros tobillos a lo largo de la Historia”.

ZIGZAG

Cada día estamos más cerca. Más cerca de descubrir vida fuera del planeta Tierra. La revista Science ha dado noticia de la investigación realizada por la sonda espacial Cassini que ha encontrado pruebas sólidas de la existencia de un océano de agua líquida en Encélado, una luna de Saturno. Además se han detectado compuestos orgánicos y volcanes. Encélado es una bola de fuego que se está enfriando y que adquiere ya características similares a las de la Tierra. José Manuel Nieves, que es un maestro de la divulgación científica, cree que Encélado es "zona habitable" y que el agua salada y las moléculas orgánicas que contiene, ingredientes básicos de la vida, abren nuevos horizontes insospechados.