Roza el 15% del Producto Interior Bruto. El I Foro Internacional celebrado en Ifema así lo ha subrayado. Fue Ángel Martín Municio el primer académico que estudió a fondo el valor económico del español. Gracias a Telefónica, aquellas investigaciones iniciales abrieron los ojos a muchos. No solo estamos ante el mayor tesoro cultural de España. El idioma español es, además, un excelente negocio respaldado en todo el mundo por 500 millones de hablantes.

Nadie discute la supremacía del inglés que es como el latín en la Edad Media. Las minorías dirigentes se entienden en el idioma de Shakespeare y Tennessee Williams. Eso es así en los cinco continentes. Tras el inglés, el español figura como segundo idioma internacional. Ha desmontado ampliamente al francés. El chino no se puede considerar una lengua internacional y, por otra parte, el enjambre dialectal de aquella admirable nación es de tal calibre que resulta difícil disponer de cifras contrastadas.

Sin menoscabar la realidad incuestionable de la supremacía de la lengua inglesa vale la pena subrayar que el español es ya el primer idioma materno con más de 500 millones de hablantes. Entre los estudiantes de idiomas, y aparte siempre el inglés, el español ha desplazado al francés incluso en naciones como Japón, Alemania o Suecia. En Estado Unidos el estudio del español en colegios y universidades multiplica a las otras lenguas. El idioma de Cervantes y Jorge Luis Borges, de Ortega y Gasset y Octavio Paz, de San Juan de la Cruz y Pablo Neruda, de Pérez Galdós y Gabriel García Márquez, de Pío Baroja y Mario Vargas Llosa, de Federico García Lorca y Gabriela Mistral, crece en los cinco continentes y, aparte la proyección cultural, se ha convertido en un excelente negocio económico para España y para varias naciones iberoamericanas. Las redes sociales, los videojuegos, el mundo de internet, las nuevas tecnologías, el turismo idiomático, la mercadotecnia, el sector editorial y las traducciones robustecen la lengua española como un activo generador de negocio, conforme a lo desarrollado en el I Foro Internacional.

Cerca de un millón de extranjeros viajaron a España en el año 2013 para estudiar español. En Facebook y en Twitter nuestra lengua es la segunda más utilizada. En internet, el uso del español creció más de un 800% en la primera década del siglo XXI. Las naciones hispanohablantes se alzan ya hasta el 9.2% del PIB mundial. El sector editorial de nuestro país se mueve entre el tercer y cuarto lugar del mundo con más de 70.000 títulos al año.

Por desgracia, una parte relevante de los políticos españoles desdeñan nuestro idioma y su repercusión en el mundo de la cultura. Derrochan el dinero público en las más absurdas camelancias y lo regatean a las instituciones que potencian la lengua española. Pero ya que los políticos ignorantes marginan el español como tesoro cultural, tal vez empiecen a darse cuenta de lo que significa económicamente, si es que algún día abandonan las corruptelas, las comisiones y el nepotismo y dedican algún tiempo a analizar conclusiones como las del I Foro Internacional que demuestran el extraordinario negocio en el que se ha convertido la lengua de Quevedo y Miguel Ángel Asturias.

No quisiera cerrar esta Primera Palabra con generalizaciones. La inmensa mayoría de la clase política española es honrada. No la caracteriza la corrupción sino la mediocridad. Incluso varios ministros y ministras de los Gobiernos españoles desde la época de Adolfo Suárez no hubieran llegado ni a auxiliares de Redacción en los periódicos en los que yo he trabajado a lo largo de mi dilatada vida profesional.

Zigzag

Dark Energy Survey ha publicado un mapa preciso de la materia oscura del Universo. Se trata de un hito científico de primera magnitud. La misteriosa sustancia que compone aproximadamente una cuarta parte del Universo es invisible. Solo el estudio de la lente gravitatoria permite advertir la distorsión que se produce cuando la fuerza gravitacional curva la luz alrededor de las galaxias. Produce asombro el trabajo realizado por Vinu Vikram y Chiway Chang que han medido distorsiones en dos millones de galaxias. El mapa ahora hecho público permitirá a los científicos la reflexión para entender más rigurosamente la realidad del Universo.