Image: La historia secreta

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Primera palabra

La historia secreta

En 'Las páginas de la Historia' agavilla José María Zavala una serie de trabajos que aparecieron en su día en La Razón

19 mayo, 2017 02:00

He tenido ocasión de escribir en más de una ocasión sobre José María Zavala. Por mucho que irrite a algunos, se trata de un historiador riguroso al que complace caminar por las páginas enmascaradas de la Historia. Acierta casi siempre en la busca del tiempo perdido. No es un filósofo de la Historia como Toynbee, Spengler o Huizinga. Tampoco un historiador académico, sujeto a los convencionalismos de la profesión. Desentraña la Historia con rigor y plantea al lector la reflexión sobre incógnitas de especial interés. Ha escrito una docena de libros y, entre ellos, varias biografías sagaces sobre personajes de cristal.

En su libro Las páginas de la Historia agavilla una serie de trabajos que aparecieron en su día en La Razón, el diario que yo fundé en 1998 y que pilotan con buen pulso Mauricio Casals y Francisco Marhuenda. Ha encontrado José María Zavala una frase certera de Voltaire para abrir su obra: “Los hechos y las fechas son el esqueleto de la Historia; las costumbres, las ideas y los intereses son su carne y su vida”. El autor lleva largos años viajando por los caminos de la Historia con los ojos bien abiertos.

¿Sabe el lector cómo murió de verdad Stalin, dictador de todas las Rusias? ¿Conoce el nombre de la única mujer secuestrada por Eta? ¿Estuvo Agatha Christie enamorada de Alfonso XIII? ¿Quién mató al Infante Don Jaime? ¿Ha leído el lector las cartas de mi inolvidado amigo Rafael Alberti al franquista fray Justo Pérez de Urbel?

¿Por qué ha permanecido secreto el expediente de la muerte del Príncipe de Asturias, hijo mayor de Victoria Eugenia y Alfonso XIII? ¿Fue Negrín cómplice del asesinato de Nin? ¿Qué hay detrás de la maldición de Tutankamón? ¿Asesinó Hitler al rey Boris de Bulgaria, padre del querido y admirado Simeón II, que está haciendo una admirable labor política en su nación? ¿Es cierto que Albert Einstein, el gran genio del siglo XX, descubrió un misterio que todavía ignoramos? ¿Conoce alguien la pintoresca historia del hombre que se hizo llamar Norton I, emperador de Estados Unidos? ¿Y los secretos más íntimos de Hitler?

¿Cuánto dinero invirtió Eta en intentar el asesinato del Rey Juan Carlos I? ¿Estaba poseída Juana la Loca? ¿Conoce el lector la leyenda negra de “la monja de las llagas”? ¿Tuvo relación Eulalia de Borbón, la Infanta díscola, con la Gestapo? ¿Murió envenenado Miguel Primo de Rivera, el general que encarnó una dictadura blanda, causa final del derrumbamiento de la Monarquía española. ¿Es verdad que Victor Hugo hablaba con los muertos? ¿Le apetece al lector entrar en las entrañas del Kremlin? ¿Qué pasó con la cabeza de María Estuardo, la reina decapitada a causa de la lucha por el poder en una época atroz? ¿Qué se sabe de la monja que salvó a Juan Pablo II? ¿Y de la muerte del duque de Cádiz, aquel Alfonso de Borbón que disputó el trono a su primo hermano Juan Carlos I?

¿En qué consistió la leyenda del pirata Barbanegra? ¿Estuvo el padre Pío crucificado como Jesús? ¿Fue Isabel II, Reina de España, ladrona de joyas? ¿Existe una maldición Simón Bolívar? ¿Qué misterio rodea a “la Infanta de los huesos frágiles”? ¿Le interesa conocer qué fue de la momia del Rey Enrique IV de Castilla?

Con documentación rigurosa, escritura eficaz y solvencia histórica, José María Zavala contesta a estas y otras muchas preguntas en Las páginas secretas de la Historia. Recoge en ellas un pasaje que Ángel Álvarez de Miranda, en su libro definitivo Ritos y juegos del toro, descubrió en Pedro Mártir de Anglería. Fernando el Católico estuvo dispuesto a quebrantar la unidad de España y para preñar a su segunda mujer ordenó que le prepararan un brebaje con los testículos de un toro, el animal adorado durante siglos por su fuerza genética. Aquel “potaje de turmas de toro”, por fortuna, no surtió efecto y la unidad de España ha conformado cinco siglos de la vida nacional a pesar del patético propósito hoy de dos hombres de cortos alcances y larga ambición: el pobre Arturo Mas y el impresentable Carlos Puigdemont.

Estamos, en fin, ante un libro que se lee de la primera a la última página sin que decaiga el interés. Se comprende el éxito de José María Zavala y el prestigio que ha acumulado para satisfacción del lector.