Android no son sólo teléfonos, Android es evolución y diversidad
¿Que sería del mundo de la tecnología móvil sin Android? La respuesta fácil es que habría llegado otro inventando un Sistema Operativo similar y se habría producido una evolución parecida a la que hemos vivido. Y es que posiblemente sí, así se hubiese vivido, pero planteemos la respuesta por el camino difícil y fijémonos en lo que Android ha aportado al mundo móvil.
Cuando uno piensa en Android como elección es inevitable poner sobre el tablero un iPhone. Y es que comparamos dos cosas que no son comparables. Podemos poner frente a frente un SGSIII, un Xperia S, un HTC One X o una inmensidad más con el iPhone, pero no a Android. ¿Podemos ponerlo contra iOS? En cierto modo sí, pero nos alejamos de lo que quiero plantear hoy, y es que quizás hayáis visto por donde voy al plantar una lista de terminales contra el iPhone.
Android es diversidad, y eso es una clave importantísima de la que no está nada mal darse cuenta. Yo soy de aquellos que creo que Steve Jobs fue el inventor del smartphone tal y como lo conocemos hoy con el primer iPhone, y aunque antes existiesen teléfonos táctiles y con muchas funciones, no es lo que entendemos hoy por teléfono inteligente, pero sí lo es el teléfono de Apple.
Sin embargo a partir de esa innovación la batuta pasó a ser de Android, que es quién ha expandido el mercado hacia otros ámbitos. Está bien ser el primero, y si uno quiere mantenerse fiel a su línea puede hacerlo, no es malo, como tampoco es bueno hacerlo de otra manera. Simplemente son formas diferentes y cada una se adapta a un tipo de personas.
Este «cada una se adapta a un tipo de persona» es para mi el punto más importante de lo que intento transmitir. Unos se adaptan a un tipo de persona, otros a muchos. Cuando hablamos de Android podemos hablar de teléfonos táctiles, con teclado e incluso con pantallas de más de 5″. ¿Quién dijo que eso era una locura? ¿Quién dijo que eso no funcionaría? Pues que se lo digan a Samsung y su Galaxy Note que tanto éxito ha tenido. Si quiero comprarme un smartphone con una pantalla descomunal, puedo hacerlo. Si a ti no te gusta no es mi problema, pero tampoco el tuyo, porque tendrás acceso a una gama de terminales con características muy diferentes, y eres tú el que podrá decidir cuál se adapta mejor a tus necesidades y usos. Ahí está la variedad y diversidad de la que hablaba sobre Android.
Pero es que esta diversidad se convierte en evolución. Android ha abierto el mercado a todos aquellos que se atrevan a integrar el sistema operativo. Al que llamaron loco por ponerlo en un móvil de 5.3″ ahora le llaman triunfador, y eso hace que el resto vea las posibilidades que puede tener abrirse a cosa nuevas. Hemos visto de todo en Android, desde su comienzo en los smartphones hasta televisiones inteligentes con Google TV, pasando por tablets, pseudo ordenadores portátiles convertibles, PCs que caben en un USB portátil y aplicación al hogar inteligente. Y eso es sólo una parte de lo que puede ofrecer, porque día a día demuestra las inmensas capacidades de las que es capaz.
Android es el hijo inquieto de Google que no se puede estar quieto. ¿Que puedo entrar en unas gafas de realidad aumentada capaces de hacer fotos, ver mi correo y que me guíen en una ruta con Google Maps? Pues para allá que voy, no tengo ningún problema en lanzarme e intentarlo. La parte mala de todo esto es que muchos proyectos se quedan por el camino, nos ponen los dientes largos cuando son sólo una idea y luego acaban en nada, o acaban relegados a algo muy secundario. Sin embargo es la forma de evolucionar, uno no escala una montaña sin tropezar varias veces por el camino o tener que rodear obstáculos con los que no contaba.
Y todo esto es en cuanto a hardware, es decir, no es más que la motivación que ha creado en fabricantes para diseñar y presentar terminales y dispositivos de todas las clases en función de lo que Android ofrece en software, todavía ni hemos tocado lo que puramente depende de Google, y eso es sorprendente. Comparad Android 1.5 con 4.1 y echad cuentas de los cambios que ha sufrido desde su núcleo hasta el diseño. Es casi imposible, y de hecho vemos en cada actualización que la lista de novedades es enorme. A veces menor y a veces mayor, pero siempre importante.
¿Creéis que estoy defendiendo Android a capa y espada como si no existiese nada más? Por supuesto que no, hay mucha gente con grandes ideas, proyectos innovadores que demuestran la gran capacidad e ingenio de la gente y empresas que están haciendo un trabajo impresionante en el mundo de la tecnología. Pero de verdad, no veo a nadie por encima de Android en cuanto a evolución que abre el marcado se refiere. Quizás mi obsesión con el multimedia del hogar es lo que me haga ver Android como lo más cercano al sistema perfecto que planteo (que actualmente no es, ojo), pero no es más que mi opinión.
Me encanta que cuando alguien me pregunta qué teléfono comprar pueda preguntarle para qué lo va a usar, porque si te gusta un teléfono de una forma u otra vas a tener donde elegir. Por supuesto que hay cosas de Android que no me gustan, y cosas que tienen que mejorar, pero es que siempre las va a haber. Hay que adaptarse a las necesidades de la gente y crearlas cuando sea necesario, y en ese camino siempre va a haber trabajo por hacer.
Android nunca será perfecto, porque siempre les vamos a exigir que mejoren, y es precisamente esta exigencia de sus usuarios lo que va a hacer que día a día mejore.