Cuando Google lanzó su nueva aplicación de mensajería instantánea, Hangouts, hubo un caos tremendo, de los que se recuerdan durante mucho tiempo. Había usuarios que tuvieron acceso a la app (presentada como actualización de Google Talk) antes que otros, la confusión reinó y la desinformación corrió a sus anchas. Pronto empezaron a compartirse archivos de un lado a otro, y en general el público no quedó nada contento.
Desde entonces, muchas aplicaciones han usado el mismo método de lanzamiento escalonado que Hangouts, también conocido como «rollout». Esta distribución consiste en que no todos los usuarios tienen acceso a la app o a la actualización al mismo tiempo, sino que al principio solo unos afortunados pueden instalarla en sus dispositivos. Después de un tiempo ese porcentaje se amplía, hasta que finalmente todos los usuarios tienen acceso a la app. Este sistema está soportado por Google, que ofrece a los desarrolladores herramientas para este tipo de lanzamientos.
¿Porqué lanzar una aplicación de esta manera? Los programadores tienen sus razones. La principal de ellas es que, en caso de que hubiese un bug o algún tipo de problema con la app (como una sobrecarga de los servidores), esta se podría eliminar o volver a una versión anterior afectando a un número mínimo de usuarios. De esta manera aquellos desarrolladores que no estén seguros de la estabilidad de su app pueden tener este periodo de gracia que les permite dar marcha atrás.
No es menos cierto que este tipo de lanzamientos puede ser una táctica para provocar una demanda del producto. Y es que el ser humano es curioso: le interesa mas lo raro que lo común, y limitar artificialmente la cantidad de usuarios que puede probar un producto suele crear mas interés entre la comunidad. La propia Google ha tenido éxito usando este tipo de campañas, limitando el uso de servicios como Google+ o Google Wave para generar interés.
Sin embargo, este sistema tiene sus puntos negativos. No solo provoca cierto enfado en los usuarios que han tenido la mala suerte de caer entre los últimos a los que se les permite el acceso, sino que anima a prácticas poco seguras. Por ejemplo, a conseguir el paquete apk de la aplicación por fuentes poco fiables, lo que puede dar lugar a instalar virus y otro tipo de malware en el sistema. También el interés generado es un arma de doble filo: puede que al principio mejore las descargas, pero si se abusa de él el público acaba perdiendo el interés, como demostró el hecho de que las invitaciones a Google+ acabaron siendo objeto de burla por su inutilidad.