Moto X y los límites del hype
Hace ya unos meses que oímos por primera vez de un nuevo dispositivo de Motorola, el primero tras ser adquirida la compañía por Google. Desde entonces fueron apareciendo algunos datos y filtraciones hasta que en las últimas semanas ha caído la avalancha de datos en lo que parece haberse convertido en una enorme campaña de hype.
El hype es una estrategia de marketing en la que colaboran todos, desde la compañía interesada hasta el usuario final, pasando por medios, evangelistas y en muchas ocasiones personajes populares. Lo que intenta es crear una necesidad por poseer el producto en cuestión, normalmente antes incluso de que exista. Una de las más comunes estrategias para crear hype en el mundo de la tecnología es mediante filtraciones.
Y el Moto X no anda nada mal de filtraciones. Lo que se está hablando de este terminal es increíble, y muchísimos de vosotros tendréis unas ganas enormes de verlo, muchos incluso de comprarlo. Pero lo cierto es que hay razones importantes para justificar el enorme hype que está generando este Moto X.
Lo primero que tenemos que comprender es que no es el teléfono con más filtraciones y hype que se ha presentado, el Samsung Galaxy S 4 también lo generó de forma similar, quizás incluso más. A partir de ahí podemos explorar las claves.
Primer teléfono de Motorola desde que la compró Google
Esto es importantísimo. Android es un sistema operativo móvil de Google, y si los de Mountain View compran una compañía que diseña y fabrica teléfonos móviles, la expectativa de la colaboración de cara al lanzamiento de un nuevo terminal es enorme.
Hasta ahora Google y la relación con la fabricación teléfonos venía a través de los Nexus, los cuales encargaba a compañías externas. Aunque los Nexus se fabriquen por orden de Google, lo hacen compañías que no tienen que ver con ellos.
Sin embargo incluso los Nexus están más personalizados por Google que el Moto X, ya que aunque la compañía sea suya, parece que han tenido mucha libertad. La gracia es que se busca de este modo un nuevo equilibro en este aspecto, y vamos a ver algo diferente, que es precisamente por lo que se está hablando tanto del asunto.
Personalización del dispositivo
Con el tiempo y la evolución de los teléfonos móviles se ha perdido cada vez más un aspecto que antes era muy importante, el de la personalización. Cuando compramos un móvil, el nuestro es exactamente igual que el del resto que se han hecho con él.
Con el Moto X parece ser que Motorola va introducir un paso más allá de la personalización. Parece ser que los tiros apuntan hacia una tapa trasera de Kevlar de la que podremos elegir el color.
Lo bueno de esto es que es bastante más atractivo que las carcasas que se podían cambiar. Si lo que se ha dicho hasta ahora es cierto, parece ser que hablamos de un material de calidad y la posibilidad de elegir el nuestro personalizado. De hecho Motorola ha dejado caer más de una pista sobre ello sin decir demasiado, así que podríamos ver incluso algo mejor.
Hype en gama media
Pero quizás sea aquí donde está la clave. Hasta ahora sólo estábamos acostumbrados en ver un hype en torno al lanzamiento de un teléfono en los terminales de más alta gama, aquellos con más procesador, mejor cámara y mayor memoria RAM. El caso del Moto X es diferente, porque llega con características más bajas de lo normal, encabezadas principalmente por el procesador Qualcomm S4 Pro de doble núcleo.
Esto puede parecer una tontería, porque aunque entremos en el debate de que no merece la pena un smartphone Android con cuatro núcleos y vayamos a disfrutar de la misma experiencia con los dos núcleos, es la primera vez que vemos una importancia tan grande ante la salida al mercado de un teléfono que cuenta con un procesador de hace ya un año (sí, en un año un procesador pasa de la gama alta a la gama media).
Motorola podría haber hecho aquí lo que nadie se ha atrevido a hacer en Android, es decir, montar su buque insignia no con lo mejor del mercado, si no con lo que mejor funciona de cara a la experiencia del usuario. Pero por muy bonito que esto parezca, tiene que venir acompañado de una clave sin la que no podría funcionar, el precio. Si Motorola presenta un Moto X con características de gama media pero que funciona como un gama alta y lo vende a un precio razonable, tiene asegurado el éxito. Y aquí la clave del hype que este terminal está generando.
¿Qué el Moto X está teniendo demasiado hype? Posiblemente sí. ¿Qué eso es malo? Según como se mire, pero me parece que no.