El porqué de la lentitud de las actualizaciones a Android 4.3 en los Nexus
La gente vive obsesionada con las actualizaciones, algo que no debiera ser tan importante, si no más bien un elemento necesario, pero no crucial. Los sistemas y tecnologías avanzan y el SO de turno tiene que acompañar esas mejoras una vez el sistema haya alcanzado la madurez, como es el caso de Android. Hay casos de no actualizaciones o de extrema lentitud de las mismas que son sangrantes y no tienen respaldo ninguno, pero desesperar y criticar el modo de actualización de los Nexus es descabellado.
Mucha gente argumenta y justifica la compra de un Nexus por las inmediatas actualizaciones, asunto que me parece razonable, pero que creo que no debiera ser así, si no por otras muchas bondades que tienen los Nexus y no esa. Por ejemplo en el caso concreto que nos ocupa, el salto de Jelly bean 4.2.2 a 4.3 es tan pequeño y depende tanto de lo que desarrollen terceros, que obsesionarse por una actualización inmediata, sólo atiende a un pequeño complejo y modus operandi que iOS ha contagiado al resto el mundo del software, porque nunca antes ha existido ese énfasis salvo casos concretos y justificadamente puntuales.
Uno de las cabezas visibles del proyecto Android y viejo conocido, es Jean Baptiste Queru, que ha arrojado algo de luz al porqué de este ligero retraso en el caso de algunos usuarios en las actualizaciones. Su explicación no tiene nada de misterioso. Las OTA no son procesos instantáneos, y Google ha querido desplegar en tiempo y números de usuarios esos tiempos en pro de buscar o poder detectar a tiempo problemas o fallos que pudieran surgir entre diferentes usuarios y los diferentes nexus a actualizar.
Según Jean baptiste, se necesitan al menos dos días para empezar a recoger información relevante sobre el correcto despliegue e instalación de los primeros usuarios a los que les ha llegado para pasar a la siguiente fase. Exponencialmente se sigue liberando a más usuarios y dispositivos, pudiendo detectar y extrapolar los datos recogidos sobre como han ido esas actualizaciones y como podrían ir para el resto, llegando al punto en que el flujo de actualizaciones sea rápido y pueda llegar a todo el mundo.
Luego la explicación resumida es: Las actualizaciones son escalonadas para detectar posibles fallos cuanto antes y así evitar males mayores a cuantos menos usuarios mejor.
Ni hay que desesperarse por actualizar ni tampoco ser permisivo con ciertos fabricantes. Ni excusarles porque haya una interfaz de por medio que retrase las actualizaciones, ni siquiera debiera plantearse el comprador el dilema de escoger entre una interfaz vitaminada con cosas que le gustan mucho pero que va con un año de retraso, o un teléfono puntualmente actualizado. Las decisiones de compra, debieran ser otras.
Gran parte de los servicios y apps de Google y android se actualizan ya separadamente como ningún otro SO hace, y los pequeños cambios de su estructura, atienden a mantener el eje del SO, sano, vivo y acorde a las exigencias del mercado.
Y bien, ¿vosotros que opináis?