En El Androide Libre andamos todo el día buscando aplicaciones, noticias y curiosidades. Solemos pasar el rato en Google Play mirando las nuevas aplicaciones que aparecen, apps que nos hemos dejado sin comentar y apps que pueden servir a ayudarnos en el día a día o simplemente entretenernos. No descubrimos nada si decimos que hay un boom de apps, no seríais los primeros si comentáis que «hay una aplicación para todo». Y precisamente eso queremos hablar ahora.

¿Os parece bien que exista una aplicación para todo? ¿Realmente necesitamos tantas aplicaciones? Los estudios comentan que al final solo acabamos utilizando unas 30 apps de las más de sesenta o setenta que llegamos a tener instaladas.

Muchas veces nos descargamos una aplicación por si la necesitamos. Una de deporte para cuando salgamos, un par de juegos para el aburrimiento, una red social de libros para cuando leamos, una app de recomendación de series, una para grabar, otra para publicar en esa red social olvidada, otro editor de fotos con un filtro especial, etc… y todos estos ejemplos son perfectamente válidos, pues al final siempre encontraremos ese momento especial donde la aplicación nos será útil.

El problema son esas aplicaciones específicas que pretenden convertirse en nuestro guía diario. Aplicaciones que desean que las utilicemos para llevar la cuenta de ciertas tareas. Hay aplicaciones para llevar una cuenta de cuando corremos, de lo que comemos, de las series que vemos, de los libros… hemos hablado muchas veces de ese intento de cuantificarlo todo. A veces resulta útil para hacer un seguimiento, otras veces es excederse.

¿Dónde está el límite saludable de acciones que merezcan una app? ¿No es contraproducente necesitar el móvil para realizar ciertas acciones? Abrimos el debate. Personalmente considero que deberíamos potenciar una educación independiente del smartphone, aunque con la evolución de la tecnología ya hemos visto que nos hemos vuelto comodones.

Aplicaciones que nos recuerdan ciertas tareas que ya deberíamos ser conscientes son esta bonita app para beber agua o una aplicación que te prohibe usar el móvil mientras conduces. No necesitamos una aplicación para recordar eso, simplemente deberíamos tener esas tareas interiorizadas.

¿Conocéis más casos así? ¿Cuál es vuestra postura ante el boom de las apps para todo?