Que las pantallas flexibles son el futuro, por lo menos el cercano, en lo que se refiere a dispositivos móviles, no nos debería extrañar. Actualmente, no son muchas las compañías que están desarrollando este tipo de paneles e invirtiendo para mejorar la tecnología, pero si hay destacar alguna, no podríamos dejar fuera a LG y Samsung, quienes están haciendo los mayores esfuerzos en esta industria.
Pero quien comenzó a desarrollarlas no fue ninguna de estas dos compañías, sino Sony, que en 2007 consiguió fabricar el primer prototipo: una pantalla flexible de 4,1 pulgadas y un grosor inferior al de un pelo humano en un panel de tecnología OLED. Después de ello, Samsung también comenzó a trabajar en las pantallas flexibles, pero no consiguió presentar un prototipo hasta 2011, año en el que también lo hizo Nokia.
Las pantallas en 2015
Por el momento, podríamos decir que el mercado está adaptándose, pues las compañías aún se encuentran desarrollando estos nuevos componentes. Pero esto no las ha privado de lanzar alguna innovación referente a este nuevo campo. LG, por ejemplo, ha llevado al mercado la gama Flex, de la que este año ha presentado su segunda generación.
Eso sí, a pesar de que estos smartphones los han denominado «flex», es decir, flexibles, en realidad sólo lo son un poco, pues si bien podemos sentarnos encima sin romper la pantalla, exceder esto rompería la pantalla, pues su límite de flexibilidad es bastante limitado.
Por otra lado, Samsung ha apostado por otro concepto, el de la pantalla de doble lado curvo, que a diferencia de LG, ha apostado por ofrecerlo como una opción más dentro de la serie S. Por ejemplo, este año, han presentado el Galaxy S6 junto con el S6 Edge, y más recientemente, aumentando el tamaño de este último, el S6 Edge+ como sustituto -quizá temporal-, del Note 5 en regiones como Europa.
Y el hecho de que Samsung haya presentado el S6 Edge y el S6 Edge+ después del Note Edge, presentado el pasado 2014 junto con el Note 4 siendo un prototipo para ver qué tipo de aceptación tenía en mercado, puede significar que ha aportado buenas cifras a la compañía coreana, algo comprensible teniendo en cuenta la gran campaña de marketing y la novedad.
Pantallas flexibles, una visión al futuro cercano
Así pues, a pesar de ser dos conceptos distintos, ambos parecen haber gustado a buena parte de los usuarios, y la lucha por las pantallas flexibles en sus diferentes variantes continúa. En los próximos años el mercado de las pantallas se fragmentará, y dará lugar a diferentes tipos de pantallas, entre ellos flexibles, que comenzarán a dominar el mercado progresivamente. Concretamente, y levantando la vista a 5 años, en 2020 algo más de un 51% de las pantallas serán flexibles. Pero serán flexibles en diferentes formas: plegables, enrollables y estirables.
Pero si este tipo de pantallas van a triunfar en los próximos años no es sólo porque son un nuevo concepto, sino que ofrecen una mayor versatilidad y ventajas que cambiarán por completo la industria de los dispositivos móviles.
- Las pantallas serán más delgadas. Aunque actualmente las pantallas son realmente delgadas, y podemos encontrar dispositivos con un grosor menor a los 7 milímetros, este nuevo tipo de pantallas con la tecnología OLED llevarán esta delgadez a otro extremo, ofreciendo la posibilidad de crear dispositivos más finos a los fabricantes, o en su lugar, dejar mayor espacio a otros componentes especialmente importantes, como la batería, ese elemento que a todos nos gustaría que evolucionase como las pantallas, pero eso es un tema a parte.
- Estas pantallas también son más resistentes y duraderas al carecer de elementos rígidos como el cristal. Además, la flexibilidad hace que difícilmente una pantalla pueda ser dañada, por lo que nos ahorraríamos tener que cambiar la pantalla y preocuparnos en caso de que nos caiga nuestro dispositivo.
- Este tipo de pantallas también permitirá a los fabricantes inspirarse, y dar lugar a muchas más tecnologías, que posiblemente sean flexibles. Por el momento, investigadores en Stanford ya están trabajando en baterías flexibles, y en Corea del Sur, país natal de Samsung y LG, en módulos de memoria RAM flexibles.
- Por último, esto podría dar lugar a nuevas formas de interactuar con las pantallas. Hasta ahora ya hemos visto las posibilidades Edge de Samsung y más recientemente, ForceTouch, una tecnología que ha estrenado el Huawei Mate S y que muy pronto estará presente en más dispositivos.
El mejor ejemplo que tenemos de todo esto es el de Samsung. En 2013, la compañía mostró en el CES de las Vegas, uno de los eventos más importantes de la tecnología del año, varios prototipos de una familia de dispositivos llamada Galaxy Youm realmente interesantes, como los que podéis ver en este vídeo.
Aunque pueda parecer algo futurista, lo cierto es que los fabricantes llevan trabajando y desarrollando este tipo de tecnologías durante muchos años, por lo que a partir del próximo y especialmente en 2017, veremos grandes avances. Sin duda alguna, se tratan de tecnologías realmente prometedoras, y que tenemos muchas ganas de ver en el mercado, pero por el momento aún habrá que esperar.
Mucho se ha especulado, pero ya estamos más cerca. Ahora lo único que nos puede preocupar es el precio al que llegará esta tecnología, cuanto tardará en ser una realidad para todos los usuarios, y cómo cambiará nuestras vidas y el resto del futuro de la tecnología.
¿Qué esperáis vosotros de las pantallas flexibles? ¿Creéis que los fabricantes darán pronto el paso a este tipo de pantallas?