Conforme la tecnología avanza, los organismos públicos y empresas privadas se adaptan a las diversas evoluciones tecnológicas, cada una de ellas a su propio ritmo.

El mejor ejemplo nos lo encontramos en la declaración de la renta. Hace unos años era una enorme cantidad de papeleo la que debíamos completar, mientras que hoy en día todo está informatizado y es más fácil que nunca. No obstante, aún existen bastantes áreas que requieren una evolución tecnológica, como el caso que os contaremos hoy: la realización del censo con el móvil.

El INE tomará información de nuestros móviles en el año 2021

El Instituto Nacional de Estadística es un organismo público que entre otras labores, se dedica al censo de ciudadanos. El INE se encarga de recopilar información anónima de los ciudadanos para elaborar tablas estadísticas que definen a nuestra sociedad.

Hasta la fecha, estos censos se realizaban por correo postal. Cada cierto tiempo, el INE envía a un segmento de la población una serie de encuestas para la creación de una base de datos que organice los datos que nos definen.

En el INE pretenden mejorar el sistema actual, y han anunciado que a partir del año 2021 seguirán un nuevo método para tomar datos de los españoles. Este método será a través de recopilar información de nuestros teléfonos móviles de forma automatizada, dando un salto de calidad respecto a las ya obsoletas encuestas.

La información personal no se verá comprometida, solo las ubicaciones

Cuando hablamos de teléfonos móviles y datos, suele surgir la duda sobre nuestra privacidad. ¿Como tomarán los datos de nuestros teléfonos móviles? ¿Es seguro para nuestra privacidad?

Según Antonio Argüeso en declaraciones a ElDiario.es, subdirector de Estadísticas Sociodemográficas del INE, no deberíamos preocuparnos por nuestros datos personales. Los únicos datos que piensan tomar de nuestros móviles es la ubicación que recibirán las antenas de telefonía a través de las señales que estas reciben de los teléfonos móviles, por lo que deberíamos preocuparnos de que nuestros teléfonos vayan a tener ningún tipo de malware que nos espíe.

Argüeso señala que los datos son completamente anónimos, que lo único que conseguirán a través de estos estudios será determinar la ubicación de los propietarios de un teléfono móvil, pero que en ningún caso podrán determinar quien es el propietario. Como mucho podrían llegar a saber quien es el titular de la línea, pero esa información no tiene ningún valor para sus estudios.

Para qué quiere el INE nuestras ubicaciones

Según podemos comprender, el INE será capaz de determinar la ubicación de los teléfonos móviles, pero poca información más podrán obtener de este estudio que emplea modernas tecnologías. ¿Para que pueden querer los chicos del INE los datos de nuestra ubicación?

La razón es que estos estudios son importantes para elaborar una base de datos acerca de la vivienda y transporte de los ciudadanos. Por medio de las redes móviles son capaces de determinar que un determinado número de personas se desplaza a otro punto concreto de la ciudad para trabajar o estudiar. Son capaces de elaborar estudios que muestren los puntos hacia donde los ciudadanos se desplazan más. Ese tipo de información es oro para las agencias de transporte público, ya que les puede beneficiar a la hora de facilitar nuevas rutas de transporte.

Este tipo de estudios nos ayuda a determinar cuantas personas se van de viaje en cada época del año, cuanto tiempo se van y adonde se van. Estos datos son importantes para aquellas empresas que se dediquen al turismo, ya que les ayudará a conocer las preferencias a la hora de viajar de cada persona.

El censo con el móvil no es tan efectivo como el tradicional

El gran informe de ubicaciones que el INE podría recaudar con estos estudios es enorme y aporta bastantes beneficios, pero también ofrece sus pegas. Como ha matizado con anterioridad el señor Argüeso, la información que ellos pueden recopilar a través de las operadoras móviles es bastante limitada. A pesar de que puedan determinar donde viven, trabajan y viajan las personas, estos estudios les impiden conocer la edad, ocupación o sexo de los encuestados.

Por otro lado, este estudio solo es capaz de determinar aquellas personas que no solo tengan teléfono, sino que además se desplacen con él, por lo que serían incapaces de acotar los estudios al 100% de la población. No obstante, hay que tener en cuenta que el último año en el que el INE encuestó al 100% de la población fue durante el año 2001, y desde el año 2011 solo lo realizan al 10% de los hogares, por lo que acotar los resultados al número de usuarios de teléfonos móviles no está tan mal como parece.

El apoyo de las operadoras es clave

Hemos hablado acerca de los planes de realizar estudios a través de determinar la ubicación de los teléfonos móviles, pero el INE no tiene una infraestructura para un estudio de semejante envergadura. Para realizar estos estudios, la colaboración con las operadoras será vital, y el INE ya se encuentra trabajando con Telefónica, Vodafone, Orange y Yoigo.

Los operadores colaborarán para ofrecer todos los datos que el INE requiera, ya que por ley, deben poder aportar esa información a un organismo público sin que esto suponga un coste para el INE. Las operadoras no ganarán nada de esta cesión de datos.

Será necesaria una inversión, pero ahorrará gastos a largo plazo

Cuando hablamos de organismos públicos, los costes siempre son un factor fundamental. En este caso, el INE es un organismo autónomo, por  lo que aunque no dependa del dinero del contribuyente, si depende de su propia gestión, y un coste elevado sería difícil de asumir.

La recopilación de las ubicaciones de tantos millones de teléfonos requerirá una fuerte inversión de recursos para el procesamiento y mantenimiento de semejante volumen de datos, pero que a largo plazo será rentable. Con este tipo de estudios informatizados se ahorrarán el coste en materiales y recursos humanos que suponen los sistemas de encuestas actuales.

Progreso frente a privacidad, el eterno debate

Este nuevo proyecto resulta bastante prometedor, pero siempre nos deja con serias dudas. ¿Como sabemos realmente si están tomando nuestra información para esos propósitos? En informática nunca sabemos si los datos que una entidad recopila sobre nosotros se encuentran totalmente seguros. Aunque no utilicen este tipo de datos para propósitos lucrativos, nadie nos dice que una compañía externa no pueda adquirirlos y usarlos para otros fines.

¿Nos ampara la ley en estos casos? En una encuesta tradicional podemos negarnos a realizarla y no sucede nada, pero en este tipo de encuestas que toman nuestros datos, la única forma de que no obtengan nuestra ubicación es dejando de tener un teléfono. Es cierto que en la mayoría de ocasiones la causa para no responder a una encuesta es la falta de tiempo, y al ser algo automático no debería afectarnos. ¿Pero y si no queremos? Es una pregunta que deberíamos formularnos para los próximos años.