El cómo será la tecnología en general, y los móviles en particular, es un tema muy recurrido en el que dejar volar nuestra imaginación resulta clave para abarcar todas las posibilidades que esconde el futuro. Cada uno tiene su ideal de hacia dónde irá encaminada la tecnología en los próximos tiempos, y la opinión de cualquier persona es tan válida como la de cualquier otro.
A nosotros, particularmente, de vez en cuando nos gusta dejar corretear esa imaginación. En esta ocasión, en base de cómo ha avanzado el mercado de la telefonía móvil en los últimos cinco años, hemos tratado de imaginar cómo serán los teléfonos del futuro. Y cuando decimos «futuro» lo hacemos pensando en los años que tenemos a la vuelta de la esquina; 2018, 2019, 2020… ¿nos acompañáis en este viaje?
¿El reino de las pantallas curvas se expandirá?
Una tendencia que comenzó a pegar fuerte allá por el 2015, y que promete ir todavía más allá en este 2016, son las pantallas curvas: ya sea con curvatura en los bordes al estilo Samsung, o con la curvatura a lo largo de toda la pantalla estilo LG, lo cierto es que el panel curvado de las pantallas ha sido un toque curioso en cuanto a buscar una nueva forma de diferenciar los dispositivos de la competencia.
Teniendo en cuenta lo que los cristales y las pantallas han tenido que evolucionar para que estos diseños son posibles, puede que en el futuro nos encontremos con pantallas con una curvatura mayor, o con formas impensables a día de hoy. Aunque, a pesar de estos avances, la pregunta que nos ronda por la cabeza sigue siendo la misma… ¿conseguiremos sacarle una utilidad de verdad a la pantalla curva?
¿De las pantallas curvas a las pantallas flexibles?
Aunque, por otra parte, una posibilidad que tampoco hay que descartar es que las pantallas curvas sean simplemente un paso intermedio hacia otro concepto que, aunque aún no hemos visto aplicado al mismo nivel, resultaría mucho más atractivo: las pantallas flexibles, con cristales capaces de doblarse a voluntad del usuario. Desde luego, hablamos de algo con lo que llevamos soñando muuuuucho tiempo.
Esto abriría la puerta a diseños impensables hasta ahora, dando lugar a smartphones o tablets capaces de doblarse o plegarse según nuestras necesidades, algo que, por cierto, ya intentó hacer Sony con la tecnología que hay actualmente en el mercado. La propia Samsung ya está trabajando en la posibilidad de fabricar móviles con pantallas flexibles, según revelan ciertas patentes ahora hechas públicas, y probablemente más de un fabricante estará mirando al futuro en esta dirección.
¿Los smartphones se reducirán como los teléfonos móviles?
Si hacemos memoria, recordaremos que los primeros teléfonos móviles eran enormes: llevó años conseguir hacer los elementos más compactos para lograr que los móviles fuesen portátiles de verdad, y no un artilugio que no cabía en nuestro bolsillo. Con los smartphones, la tendencia ha ido a la inversa: el tamaño ha aumentado de forma exponencial desde su creación, un crecimiento que se ha ido haciendo realidad a medida que pedíamos más pantalla para consumir mejor el contenido.
A estas alturas, parece improbable que los smartphones vayan a reducir en tamaño en un futuro a corto plazo, pero la miniaturización sigue teniendo sus ventajas: reducir el tamaño de los marcos para conseguir diseños que aprovechen mejor la parte frontal, reducir el grosor a medida que se consigue disminuir el tamaño de los componentes internos o, incluso, detalles tan insignificantes a primera vista como hacer que la cámara no sobresalga por encima del teléfono sin sacrificar por ello la calidad de la imagen.
¿Seguiremos teniendo al metal como mejor material?
Ahora mismo los metales se colocan como los materiales mejor valorados por los usuarios: un dispositivo metálico causa mejor impresión que un dispositivo hecho en plástico, aunque después cada uno tenga sus ventajas y sus inconvenientes. A pesar de eso, el futuro podría no estar lleno de metal, y otros materiales podrían convertirse en los favoritos de los fabricantes.
De hecho, a día de hoy ya encontramos ejemplos de fabricantes que apuestan por materiales diferentes. La asiática OnePlus, por ejemplo, tiene como costumbre lanzar sus dispositivos con diferentes acabados como madera o kevlar, dando así al usuario la oportunidad de cambiar el acabado de la carcasa según lo desee. ¿Alguno de esos llamativos materiales se convertirán en los protagonistas de los smartphones del futuro? ¿O será el cristal el que definitivamente tome el relevo a los acabados metálicos?
¿Los diseños modulares se convertirán en el estándar?
Y hablando de diseños modulares, proyectos como Ara están cerca de traernos un teléfono en el que podemos cambiar las piezas según nuestras necesidades. ¿Necesitas más cámara, unos sensores adicionales, o se ha roto la pantalla? En un móvil modular puedes cambiar cada pieza de forma independiente, sin dolores de cabeza, manteniendo la base y los componentes que quieras seguir usando.
Project Ara está cerca de ser una realidad, así que quizás no debamos esperar demasiado para verlo en nuestras manos. Eso sí, de momento la realidad es que este tipo de proyectos está destinado a los mercados emergentes, así que está por ver si realmente los fabricantes tienen algún interés en traer este concepto a todos los mercados.
¿Cómo pensáis vosotros que serán los móviles del futuro?
Una vez expuestas las opciones que más papeletas tienen de convertirse en realidad en el futuro, ¿qué idea te gusta más de las comentadas? ¿Tienes tu propia imagen de hacia dónde irá el futuro de la telefonía móvil? Queremos saber qué opináis vosotros, así que os animamos a utilizar los comentarios para contarnos qué es lo que buscáis del futuro de los móviles.