Se ha hablado hasta la saciedad de la que ya se considera como una desaparición inevitable. La salida de audio minijack de 3,5 milímetros no encaja en los planes de futuro de los fabricantes de móviles, y teléfonos como el Moto Z o los Le 2 ya se han atrevido a dar el primer paso de sustituir el puerto de audio por una toma universal USB de Tipo C. Pero, si echamos un vistazo a la historia reciente de la telefonía móvil, veremos que ni Apple, ni Motorola ni ningún fabricante asiático han sido los primeros en tratar de enterrar el minijack.

Matar al minijack, demasiado tentador como para no intentarlo

De hecho, hasta el año 2010 fabricantes como Samsung, Nokia o BlackBerry se lanzaron a la piscina en multitud de ocasiones con salidas de audio que nada tenían que ver con el puerto minijack de 3,5 milímetros. Todos los que hayáis tenido algún teléfono durante los años 2007, 2008 y 2009 intentad recordar si vuestro móvil tenía una salida de audio convencional o si, tal y como es más probable, resulta que los auriculares se conectaban a través de un puerto de lo más disparatado.

HTC, por ejemplo. Corría el año 2008, y la portada de Engadget.com amanecía con el siguiente titular: Confirmado: el T-Mobile G1 (es decir, la versión estadounidense del HTC Dream) no tiene puerto jack de 3,5 milímetros. Al grito de «¿Por qué, HTC, por qué?«, este medio revelaba que el último móvil de HTC había apostado por el extUSB, un extraño puerto que requería unos auriculares concretos de HTC (o, en su defecto, un adaptador) para reproducir música desde el teléfono. Y con el HTC Magic ocurrió exactamente lo mismo.

Samsung, HTC, BlackBerry… la salida minijack de 3,5 milímetros consiguió sobrevivir a los primeros móviles, ¿conseguirá plantar cara también al puerto USB de Tipo-C?

¿Y pensáis que eso es todo? Los Sony Ericsson tenían una toma de corriente de lo más extraña y carecían de salida minijack, de manera que para reproducir canciones a través de los auriculares no había más remedio que recurrir también a un adaptador (a diferencia del USB Tipo-C, al menos en este caso tuvieron el detalle de lanzar un cable que permitiría seguir escuchando música mientras el teléfono se cargaba). BlackBerry tuvo el valor de lanzar una salida de 2,5 mm, mientras que los móviles más antiguos de Samsung también tuvieron sus pinitos con las salidas que requerían un adaptador para conectar unos auriculares externos.

Y si nos remontamos a los lanzamientos de este año, veremos que fabricantes como Motorola o la china Le ya han apostado por borrar el minijack de sus buques insignia. Así que, la próxima vez que escuchéis a alguien decir que es Apple la responsable de que la salida de audio de los móviles vaya a ser sustituida por el USB C, recordad el acertado titular que publicaron en Android Authority hace algunas semanas: Android ya gana a Apple en hacer desaparecer el puerto de sonido en los móviles.

USB de Tipo-C, la unificación quiere abrirse paso ante el estándar del minijack

Teniendo tantos modelos de auriculares inalámbricos, y sabiendo que los fabricantes proporcionarían adaptadores para auriculares con minijack, ¿realmente supondría tanto revuelo la desaparición definitiva de la salida de 3,5 milímetros en los móviles?

Por supuesto, la situación actual del mercado de la telefonía móvil comparada con lo que había hace casi una década muestra una realidad bien diferente. El puerto USB de Tipo-C es un estándar y, de conseguir finalmente implementarse en todos los nuevos móviles que salgan al mercado, pondrá punto y final a los posibles intentos de los fabricantes de introducir conectores que nos obliguen a comprar unos auriculares diferentes (o adaptadores) cada vez que cambiemos de teléfono.

Utilizar auriculares que se conectan únicamente por un puerto USB también tiene sus desventajas, claro está. Primero, que con la desaparición del puerto de 3,5 mm en los móviles nuestros auriculares minijack actuales tendrían que irse al fondo del cajón (a no ser que utilicemos adaptadores como los que, por ejemplo, Motorola incluye con el Moto Z); segundo, que no podríamos escuchar música mientras cargamos el teléfono; y tercero, que es de imaginar que los auriculares con el nuevo conector no serán precisamente baratos en sus primeros meses de vida.

Por otra parte, en el otro lado de la balanza nos encontramos con que a día de hoy existen muchas alternativas más que decentes de auriculares inalámbricos que solamente requieren de una conectividad Bluetooth para funcionar. Y eso incluye desde manos libres Bluetooth (los LG Tone Ultra por 55 euros, por ejemplo) hasta auriculares para hacer deporte (estos Ecandy por 14 euros, por ejemplo), sin olvidarnos de los modelos de diadema (estos Philips por 39 euros, por ejemplo).

Visto desde esta perspectiva, ¿no pensáis que se ha exagerado el impacto que verdaderamente tendría sustituir la salida minijack por los puertos USB de Tipo-C?

Este artículo no hubiera sido posible sin la excelente recopilación publicada en el blog de Terence Eden.