Los pagos móviles que todos querríamos tener en nuestro smartphone
Analizamos la importancia de la aplicación de Wechat en China, de cómo la aplicación se ha convertido en el método de pago por defecto.
8 octubre, 2017 11:00El mundo no es un lugar homogéneo. Hay cientos de países, miles de millones de personas e infinitas formas de entender cada acto y proceso. Esto viene a cuento porque en el viaje a China que he realizado hace unos días me he percatado de manera más acusada de ello.
Voy a centrarme en un aspecto concreto, el de los pagos móviles. Un país este, China, que muchos aún tienden a mirar con algo a medio camino entre la condescendencia y el misticismo. Y ya no es así. Al menos no sólo.
No se usa el dinero en efectivo ni las tarjetas de crédito
Es cierto que he estado en la zona más moderna, no en la clásica. Hong Kong, Shenzen, son zonas industriales donde las startups surgen y donde hay servicios tan masivos que sorprenden incluso a personas como yo, que saben a lo que van.
Los pagos móviles han sido algo que me ha sorprendido allí, no es que no se use el efectivo de forma normal, es que tampoco se usan métodos que en occidente damos por descontados, como las tarjetas de crédito. Para ellos todo se paga con el móvil. Y cuando digo todo, es todo.
Wechat o cómo organizar un gigante apoyado por el gobierno
En Europa y América es posible que algunos usuarios avanzados conozcan Wechat. Podríamos decir que es la variante china de WhatsApp. O quizás decir lo propio de Facebook. Pero en ambos casos nos quedaríamos cortos. Y ojo, porque es ambas cosas, pero también mucho más.
Wechat es casi un canal oficial de comunicación entre los ciudadanos chinos. No tener perfil en esta red es el equivalente a no tener smartphone en España. Posible, pero algo extraño. Muy extraño.
En China Wechat es, de lejos, el método de pago más usado en el día a día. Y no nos referimos a pagos pequeños entre amigos, que es algo posible. Nos referimos a pagos periódicos como el alquiler de un piso, el pago de un recibo. También los habituales como el gasto de gasolina, la compra en una tienda o el gasto de una cena en un restaurante. Hasta podemos pedir pequeños créditos de forma instantánea.
Incluso en los mercadillos de barrio puedes pagar usando esta tecnología. No es casual que esta aplicación sea capaz de rivalizar con servicios mundiales en número de usuarios. Tiene más de 1.100 millones registrados de los cuales unos 600 usan el servicio de forma asidua.
Nada de NFC, por eso los móviles chinos no lo tienen
En occidente los pagos móviles se están extendiendo de manera bastante rápida en los últimos años. Para ello se usan sobre todo dos tecnologías, el sensor de huellas y el chip NFC.
Este último añadido es clave dado que es el elemento que el móvil usa para comunicarse con los sistemas de pago de las tiendas, los TPV por contacto.
Sin embargo en China los móviles no tienen NFC. Con alguna excepción como los modelos de Huawei, que también se venden en occidente, los smartphones chinos pueden tener unas especificaciones de infarto y aún así no llevar NFC. El motivo es sencillo: nadie lo usa.
¿Cómo se paga por Wechat?
El uso de la aplicación se basa en los códigos QR. Estas imágenes, que hemos visto durante años en nuestro lado del mundo, allí es parte cotidiana de sus vidas.
Podemos entrar en la aplicación y seleccionar la opción de pago, que mostrará un código QR. A partir de ahí el responsable de la tienda sólo ha de escanear el código que le mostramos en la pantalla del móvil y acto seguido ambas partes de la transacción recibirán un mensaje confirmando el pago.
El arcaico código QR es clave en el uso de Wechat
De forma similar podemos enviar dinero a un amigo, como hacemos con aplicaciones como Bizum en nuestro país. La ventaja, de nuevo, es que lo hacemos todo desde la misma aplicación con la que nos comunicamos.
¿Cómo ha logrado ser tan grande? ¿No hay fragmentación?
Llegamos al apartado más peliagudo de este tema. Wechat podría haber sido una empresa más pero ha crecido por mucho motivos.
Uno de los más obvios es que al contrario que otras empresas como Facebook o Google, en Wechat no han tenido problema en compartir toda la información que pasa por sus redes con el gobierno. Esto ha hecho que se vea con buenos ojos por el partido que dirige china desde hace décadas.
Esta afinidad ha servido para que todos los bancos pasen por Wechat a la hora de gestionar pagos móviles. En Europa un gobierno no podría obligar a un banco a usar un protocolo de pago digital concreto y ese es el motivo por el que cada empresa tenga el suyo y cada banco su aplicación o plataforma.
Es cierto que la mayoría obedece a un estándar, pero no hay nada comparable, ni por asomo, en occidente que imite la penetración y la importancia de Wechat en oriente.
En occidente parece imposible
El haber estado unos días en China me ha hecho desear que tuviéramos una aplicación como esta en nuestro día a día. La comodidad que podría suponer sería inmensa aunque por otro lado deberíamos pagar un precio similar al de los chinos: la privacidad.
No me importaría que una nueva empresa llegar a lograr lo que tiene Wechat pero si lo lanzara Google o Facebook siempre tendríamos la sospecha de que, quizás, saben demasiado de nosotros.
Aún así, ni siquiera colosos americanos como estos podrían poner de acuerdo a todos los bancos de todos los países que hay en Europa. Incluso en USA sería complicado y allí quizás la única que podría hacer algo similar sería Apple, aunque parece improbable que abriera su servicio a otras plataformas móviles.
No queda más que esperar a ver si la evolución de los pagos móviles sigue al ritmo que ha cogido en los últimos años y quizás dentro de poco ya no me sienta tan atrasado cuando viaje a china y den por supuesto que voy a pagar con el móvil, aunque sea para comprar un gato dorado de imitación en un puesto ambulante.