Aprovechar el frontal reduciendo las dimensiones finales ha sido la tendencia en este 2017. ¿Puede mejorarse? Doogee tiene un concepto de cómo conseguirlo.
Tras probar una buena sarta de smartphones este año, podría decir que son tres las claves que han barajado los fabricantes para hacer frente a la competencia. La potencia, eso nunca falla; la cámara, un buen móvil debe hacer fotografías a ese nivel; por último se encontraría el diseño y el énfasis en aprovechar el tamaño del móvil. Resulta lógico: nuestras manos tienen un límite; límite que suele alcanzarse con las seis pulgadas.
¿Cómo mantener una pantalla grande sin hacer al móvil incómodo en el uso? Ya conocemos la fórmula: el frontal casi sin marcos. Y digo casi porque no existe una pantalla que carezca de soporte sobre el que asentarse: esta debe anclarse al cuerpo del móvil más allá de utilizando adhesivo. Así que, ¿por qué no apostar por formato de diseño «todo pantalla» si tiene notables ventajas? Porque también posee inconvenientes, claro.
No todo es bonito en las pantallas casi sin marcos
El tamaño del móvil se reduce sin hacer más pequeña la pantalla, pero se deben incorporar componentes en la zona que dificultan el uso del smartphone. Por ejemplo, la cámara frontal, el altavoz de llamadas, el sensor de proximidad, el de luz….
La solución ante las dificultades de diseño ha sido recortar la pantalla para anclar los componentes imprescindibles. El Essential Phone posee un hueco en el panel para la cámara, igual que el iPhone X. Por contra, el Xiaomi Mi Mix o Sharp Aquos apuestan por colocar la cámara en la parte inferior del móvil haciendo que los selfies sean muy incómodos de realizar. Ya sabes, siempre hay que sacrificar ventajas.
¿Veremos nuevos diseños para solventar los inconvenientes en las pantallas casi sin marcos? Con toda seguridad. De hecho, hay un nuevo concepto desarrollado por Doogee que, sin ser revolucionario, sí soluciona los peores inconvenientes.
Tenemos el móvil con casi todo el frontal útil a excepción de los lógicos marcos para sujetar la pantalla al cuerpo del teléfono. Doogee apostaría por un diseño deslizable que liberaría la cámara frontal cuando fuese necesaria. Algo parecido a lo que hacía el Nokia N95 para recoger el teclado o los controles de reproducción, por ejemplo. También se aprecia el altavoz de llamadas y, seguramente, los sensores de proximidad que apagarían el panel al acercar el móvil a la cara.
No es que resuelva todos los problemas, pero sí es una solución contra la incomodidad que plantea la cámara delantera. Y con una ventaja añadida: la lente quedaría protegida al quedar a cubierto dentro del móvil.
Viejas ideas para nuevos problemas
Hemos llegado a un punto en el que resulta complicado encontrar diseños característicos. Esto es clave para diferenciarse dentro del concurrido mundo de los fabricantes de smartphone, especialmente en la gama alta. Mientras unas tendencias aportan maneras distintas de entender el smartphone, esas mismas tendencias crean nuevos problemas que resolver.
Lo que parece una solución de diseño podría ser el inicio de un nuevo problema
La solución de Doogee no es mala, tampoco novedosa. Aunque primero deberíamos plantearnos: ¿resulta práctico tener todo el frontal disponible para la pantalla? La respuesta es un no con matices.
Hablaba antes de que había analizado una buena cantidad de móviles, muchos de ellos con la aspiración de convertirse en la referencia de móviles «solo pantalla». Y mis sensaciones son encontradas ya que, bajo mi opinión, debe existir cierto margen para que el smartphone no sea incómodo de sostener, no implique apretar una zona de la pantalla al sostenerlo y, sobre todo, el móvil casi sin marcos no debe inmiscuirse en el correcto uso de los componentes incorporados. Creo que solo diseños como el Infinity Display de Samsung o el FullVision de LG lo consiguen.
¿Qué opinas del concepto de Doogee? ¿Crees que aún hay margen de innovación en el diseño de frontales casi sin marcos? El futuro son móviles finos y de solo pantalla, veremos cómo llegamos hasta ahí.