Teniendo en cuenta la tendencia actual en el diseño de smartphones, podríamos suponer que un móvil pequeño «todo pantalla» podría ser muy original. ¿O no?
Ya hablé hace un tiempo de un sector muy olvidado de usuarios en Android. ¿Cuáles? Los que desean móviles pequeños en el mercado. Y ya dejamos claro que eso no sólo es difícil, sino que la tendencia de aumentar las pantallas lo hace todavía más complicado. ¿Pero qué pasa con los móviles «todo pantalla»?
Muy poca gente se lo podría haber planteado, pero ¿qué ocurriría si tuviéramos un teléfono de menos de 5 pulgadas de pantalla pero con un ratio de esta similar al de teléfonos cómo el Galaxy S8 o el iPhone X? Vamos a analizarlo en profundidad, y comprobar si es una idea factible.
Un Samsung Galaxy S8… ¿mini?
Es una idea que a priori suena bastante descabellada. Es lógico, porque el concepto de los móviles de este estilo se fundamenta en el hecho de tener una experiencia multimedia superior. Lógicamente, al tener menor tamaño, la experiencia en este apartado se ve mermada. ¿O no?
Debemos sumar otro componente a la ecuación. Conseguir un teléfono por debajo de la barrera de las 5 pulgadas de pantalla es prácticamente imposible. De hecho, sólo Sony sigue apostando por este nicho con sus Xperia Compact, con el XZ1 como último integrante. Pero, si te gustan los móviles sin marcos, esta opción queda totalmente descartada. (Toma nota, Sony).
Por un lado, las pantallas de menos de 5 pulgadas están casi extintas. Y el apartado multimedia es muy importante
Entonces, sólo quedan dos opciones. Una, gastarnos los casi 1000 dólares que cuesta el iPhone X (no es un teléfono especialmente grande) y fastidiarnos, o esperar a que a un fabricante le de por arriesgarse con este proyecto. Porque el problema radica en eso, en el riesgo.
El mercado manda, y lo que pide la gente son móviles grandes. ¿Por qué? Por el multimedia. Por poder ver nuestra pantalla con todo lujo de detalles, ya que no deja de ser la parte más diferencial de nuestro dispositivo y la que más vamos a visionar. Sí, podría cuajar. Pero hay que reconocer que el nicho de usuarios que demandan móviles pequeños es eso… un simple nicho.
No todo sería malo en un MIX Mini
Fijándonos en el Xiaomi Mi MIX, precursor inicial de esta tendencia (aparte del Sharp Aquos), podemos apreciar algunas desventajas y problemas que en un móvil pequeño quedarían notoriamente solventadas. Por ejemplo, la usabilidad. El Mi MIX (y muchos de este estilo) son móviles enormes y difícilmente usables. Esto quedaría resuelto.
Ya no sólo en tamaño, sino en usabilidad directa sobre la pantalla. El iPhone X es un dispositivo inferior en tamaño al Xiaomi Mi MIX, y mucho se ha hablado de lo aparatosos que resultan muchos de sus gestos. Deslizar desde la parte superior, desde alguna esquina… En un teléfono de menos de 5 pulgadas esto no dejaría de suponer un alivio para nuestros dedos.
Esto se nota más si estamos acostumbrados a usar nuestro teléfono a una mano. Quitando excepciones, los teléfonos de más de 5 pulgadas suelen ser aparatosos si quieres usarlo a una mano. Adiós problemas: todo a mano, accesible y sin historias. Y usuarios como los miembros de El Androide Libre, que solemos usar muchos teléfonos, lo agradeceríamos claramente.
En resumen: la movilidad y la usabilidad de este dispositivo supondrían una ventaja clara ante sus competidores y sobre todo, sería un elemento totalmente original y que rompería con todo lo marcado. Y en este mercado en el que diferenciarse es tan vital, tendríamos entre manos una estrategia de marketing hecha a medias desde el minuto uno.
Hay que esperar a que renueven la moda
El problema de iniciar una moda es que esta tiene un límite de tiempo establecido. Cuando esa novedad, en este caso las pantallas sin marcos, dejan de serlo y pasan a ser lo normal, se debe buscar un resquicio nuevo por el que diferenciarse. Ya pasó con las pantallas curvas de Samsung, por ejemplo.
A si que para que veamos este hipotético dispositivo hecho realidad, debemos esperar a que las pantallas grandes y sin marcos dejen de ser novedad para ser lo normal. Y en cuanto el mercado se aburra de estas ideas, exprimirá y exprimirá todo lo que pueda hasta que ya no quede más que hacer un dispositivo pequeño y todo pantalla.
Porque vender, no sé si venderían. Pero sin duda llamarían la atención. «El primer smartphone compacto en tener una pantalla infinita». Dejando a un lado lo difícil que sería vender ese teléfono al público mayoritario, conseguirías notoriedad. Y como dicen: «Lo importante es que hablen de ti, da igual si bien o mal.»
Y no me posicionaré a favor ni en contra de esta idea, ya que no he conseguido posicionarme en mi tamaño de pantalla ideal. Pero seguro que a muchos entendidos de la telefonía les congratularía saber que ya tienen móviles que recomendar a aquellos que buscan pantallas pequeñas. ¿No?