Instagram se ha convertido en la red social por excelencia para el público más juvenil. No obstante, la intención de Facebook con esta red social no es que sea popular, sino hacer dinero con ella. Te contamos nuestra experiencia con la principal fuente de financiación de Instagram. Unos anuncios que por primera vez me incitan al click.
Instagram, una red social cada vez más popular
Instagram nació como una red social destinada a los amantes de la fotografía casual. Escoger un buen lugar, tomar la foto adecuada y destrozarla mejorarla con tu filtro favorito.
Con el tiempo ha derivado mucho, y es que Instagram ha crecido una barbaridad desde que fue adquirida por Facebook. Sin dejar de lado sus bases, se ha convertido en una red social muy querida por el público general.
Quizás una de las mayores dudas sobre Instagram venga de su margen de beneficios. No es una aplicación que venda un producto, tampoco una suscripción. Como muchos de los servicios de Internet, su modelo de negocio está detrás de la publicidad.
¿Cómo hace dinero? La ciencia detrás de los anuncios
Yo fui uno de los que dejó de utilizar Instagram cuando fue comprada por Facebook. En aquella época, la idea que tenía de la compañía de Zuckerberg es que tomaba nuestros datos para venderlos al mejor postor. Con los años, parece que, al menos en Instagram, han encontrado una forma de sacar rentabilidad a nuestros datos. Una forma que asusta, pero que al menos me aporta algo de interés.
Para mí, el gran logro de Instagram reside en su publicidad, que acierta como nadie. Hay días aburridos donde la gente solo sube chorradas, siendo los anuncios que me aparecen las publicaciones de mayor interés.
En el mundo de la publicidad los anunciantes suelen pagar por mejorar la exposición de lo que quieren vender. Aquí no solo importa al número de usuarios que llegues, sino que el alcance de los anuncios acabe llegando a aquellas personas que sean más propensas a comprar tu producto.
En mi caso, en las últimas semanas de Instagram me he encontrado cosas como un teclado mecánico, de bajo perfil, retroiluminado e inalámbrico, una alfombrilla de aluminio para el ratón con cargador Qi y varios puertos para cargar mis dispositivos, así como unas zapatillas al estilo de Sonic, el famoso cuerpoespín de los videojuegos.
Es la primera vez que recuerdo ver anuncios que realmente me interesen.
No han sido los únicos anuncios de interés que he visto en Instagram, ya que eso daría para un post. Lo que sí que está claro es que en la vida he clickeado en tantísimos anuncios en una aplicación. Google y su plataforma de anuncios debería temblar ya que se supone que Google sabe mucho más de mí y nunca ha dado en el clavo.
No es magia, es espionaje consentido
Desde luego, pensar en que Instagram hace esto porque son muy listos sería engañarnos a nosotros mismos. Lo que sí que podemos afirmar es que saben analizar todo lo que conocen sobre nosotros. Pero ¿qué son todas esas cosas que saben de nosotros?
Hace unos meses, a causa de la nueva GDPR, las compañías tuvieron que pedirnos consentimiento nuevamente para poder seguir utilizando nuestros datos. Concretamente, toda la información que Instagram y Facebook aprenden de nosotros es utilizada para mejorar nuestra experiencia. También para proporcionar anuncios mejor elaborados.
- Características del dispositivo: Hardware, versión del sistema y datos como almacenamiento, señal, navegador, etc…
- Operaciones: Cuando abrimos o cerramos una aplicación, o los movimientos del ratón.
- Identificadores de dispositivo.
- Señales como Bluetooth o WiFi.
- Datos de configuración como acceso al GPS, cámara y fotos.
- Nombre de operador, idioma, zona horaria, número de teléfono o velocidad de conexión.
- Datos de las cookies.
Estas características son las que extraen de nuestro dispositivo, pero la propia red social también aclara utilizar información nuestra como cuánto tiempo pasamos en la aplicación o cómo interaccionamos con nuestros amigos, incluso con la propia publicidad.
Al final, Instagram no gana dinero por nuestros datos. Gana dinero por analizarlos bien.
Esta última parte por ejemplo es importante, porque mientras caiga en más anuncios más fácil lo tiene Facebook para crear un perfil sobre mí y ser incluso más certera en sus anuncios.
Los términos de servicio de Facebook darían para mucho más que un artículo, por lo que si sientes curiosidad en qué datos utiliza Facebook sobre ti, lo mejor es irte a las condiciones de servicio oficiales. En su web oficial podrás saciar todas tus dudas.
El crecimiento de sus funciones tiene un objetivo, que pases cada vez más tiempo
Viendo el éxito de la publicidad de Instagram, es normal que la aplicación poco a poco se esté convirtiendo en un gigante. De poder compartir imágenes hemos pasado a las historias, al Instagram Direct que actúa como aplicación de mensajería, las videollamadas o el reciente Instagram TV.
El objetivo de Instagram al final es que pases la mayor parte del tiempo en su aplicación. No les importa si usas Android o iOS, solo que Instagram sea la aplicación en la que más tiempo quieras pasar.
Por eso Instagram ya no es una aplicación. Es una plataforma.