Podríamos pensar que los smartphones llevan mucho tiempo entre nosotros, lo cual sería bastante cierto. También que lo normal es utilizarlos con los dedos de las manos, algo que no sería del todo verdadero: antes lo habitual era utilizar los stylus o lápices táctiles, un accesorio que desapareció de los smartphones con la aparición del iPhone y su pantalla capacitiva. Bueno, no desapareció del todo, que ahí están los Galaxy Note.
A la hora de hablar de pantallas táctiles hay que definir dos tipos muy claros: las capacitivas (cualquier smartphone actual) y las resistivas (los primeros smartphones). En el párrafo anterior mencionamos al iPhone y su pantalla capacitiva, pero el móvil de Apple no fue el primero con este tipo de paneles táctiles: el honor le corresponde al LG Prada KE850. Eso sí, el móvil de LG no era un smartphone tal y como lo conocemos, por lo que fue el iPhone el que popularizó el uso de la pantalla con la yema del dedo.
Tocar el icono de una aplicación, del botón de disparo en un juego, escribir en un chat de Telegram… Todos son actos tan habituales que ni reparamos en la «magia» que hay detrás de cada pulsación. Porque, ¿qué ocurre en la pantalla para que esta detecte el toque de nuestros dedos y las apps reaccionen en consecuencia?
La pantalla del móvil detecta tus pulsaciones gracias a la conductividad eléctrica
La magia de las pantallas capacitivas reside en la electricidad y en la capacidad de nuestros cuerpos de transmitirla. Esa es la razón por la que los paneles detectan los toques: al acercar los dedos pasa electricidad de la pantalla a dichos dedos, por lo que el smartphone sabe exactamente dónde tocamos convirtiendo las pulsaciones en eventos asociados a unas coordenadas concretas.
El sistema genera eventos con la posición exacta de cada toque; y las apps reaccionan en consecuencia
Las pantallas capacitivas de un smartphone poseen una capa conductiva bajo el cristal exterior donde se coloca una matriz de electrodos. Al poner el dedo los electrodos verticales y horizontales de la matriz establecen una conexión gracias a la conductividad corporal. Esto no solo sucede con el toque directo sobre el panel, también a escasa distancia del roce: hay capas táctiles de alta sensibilidad que crean un campo electróstatico capaz de captar el dedo a menos de un milímetro de tocar la pantalla. Suelen ser los móviles que incluyen un «modo guante», una manera de añadir un «extra de sensibilidad«.
La clave para que la pantalla de tu móvil detecte los toques del dedo es la electricidad y la capacidad de nuestro cuerpo para conducirla. Además, los paneles táctiles de un smartphone admiten el toque de varios dedos a la vez (multitoque): la matriz de electrodos puede determinar los cambios de corriente en distintos puntos simultáneos, por lo general hasta 10.
¿Qué ocurrió con las pantallas resistivas?
Hablábamos antes de que las primeras pantallas en un smartphone eran resistivas, por lo que debió ocurrir algo para que dejaran de utilizarse. Y la razón es sencilla: con las capacitivas se favorece el toque de los dedos, aumenta la sensibilidad, se permite el multitoque y, encima, las pantallas son más delgadas mientras se aumenta la nitidez del panel. Como ves, casi todo son ventajas, de ahí que se hayan impuesto por su mejor desempeño y capacidad.
Las pantallas resistivas no se aprovechan de la conductividad eléctrica de nuestros dedos ya que están compuestas por dos capas que buscan el contacto entre sí. Al tener corriente eléctrica cada una de las capas, quedando separadas para no tocarse, basta con que se unan mediante presión para que se cree un cambio en dicha corriente. Después, los sensores situados en el panel táctil pueden determinar la posición del toque calculando el punto exacto de presión.
Las pantallas resistivas quedaron definitivamente atrás para los smartphones, pero aún hay muchos dispositivos que las utilizan. Los cajeros son un claro ejemplo: ¿a que a menudo hay que ejercer mucha presión para que la pantalla detecte el dedo? Esa es la principal diferencia de un panel resistivo con respecto al habitual capacitivo.
¿Cuántos toques detecta como máximo la pantalla de tu smartphone?
La calidad de una pantalla no solo se mide por la resolución, el tipo de panel (LCD u OLED), el contraste o la densidad de píxeles, también por el número máximo de dedos que puede detectar su panel táctil, la capa de material conductivo que cubre la pantalla propiamente dicha. Pese a que es un número que no suele ofrecerse, a mayor calidad de la pantalla mayor número de toques detecta.
A continuación te dejamos una sencilla app con la que puedes averiguar cuántos toques simultáneos detecta la pantalla de tu smartphone. Por ejemplo, un Samsung Galaxy S10+ detecta 10 dedos a la vez, también un Honor Play.