La tecnología móvil avanza a pasos gigantescos, y cada nuevo año está representado por varias tecnologías que suelen estar en la cresta de la ola, otras que son más comunes y las que ya se encuentran amortizadas y extendidas a los productos más asequibles.
El ciclo de la tecnología suele ser así, y es que un día algo es exclusivo de los productos más sofisticados y conforme pasa el tiempo vamos viendo que se expanden a productos más asequibles. Durante 2019 hemos visto una serie de tecnologías incluidas en algunos móviles, pero que durante 2020 tendrán mayor presencia. Y probablemente en 2021 terminen estando en casi cualquier móvil.
Todas estas tecnologías las hemos visto en 2019, pero serán más comunes en 2020.
5G en toda la gama alta
2019 pasará a la historia como el año en el que el 5G dejó de ser el futuro para convertirse en parte del presente. La implantación ha sido un tanto agridulce, eso si, aunque está desplegándose a una gran velocidad.
El despliegue de una red en sus primeros momentos suele ser algo complicado. Los usuarios no se interesan por móviles 5G porque no hay redes 5G y las redes no crecen en concordancia a los usuarios porque no se venden suficientes móviles 5G.
Durante la presentación del Snapdragon 865 Qualcomm fue muy clara, y es que todos los móviles de gama alta que se vendan durante 2020 serán 5G, ya que el módem se venderá junto al chip. Procesadores de rango intermedio como los Snapdragon 765 y MediaTek Dimensity 1000L también serán protagonistas en este salto al 5G. Oppo ya ha confirmado sus primeros móviles 5G de precio asequible, al igual que Redmi.
Memorias RAM LPDDR5 y UFS 3.0
Aunque para muchos el rendimiento suele estar ligado únicamente al procesador, las memorias son también un componente esencial en la experiencia de un smartphone. La memoria RAM contribuye a una mejor multitarea, al ser la que mantiene los procesos activos, tanto en primer como en segundo plano. En este caso, la tecnología LPDDR5 será la tecnología de memorias RAM que acompañe a muchos de los móviles 5G.
Por otro lado, la tecnología de almacenamiento también tiene importancia en la experiencia de uso, permitiendo que los móviles puedan leer y escribir información a mayor velocidad. Esto es útil a la hora de realizar grabaciones a gran resolución, así como para abrir aplicaciones y juegos más sofisticados.
Las nuevas tecnologías de almacenamiento no solo ofrecen mayor capacidad y velocidad, sino que también tienen menor consumo (lo que se traduce en mejor batería) así como mayor resistencia a la degradación, por lo que tu futuro móvil podría mantenerse a mejor ritmo durante más tiempo.
Muchos más megapíxeles (y capacidad para sacarles provecho)
Los megapíxeles se han convertido en la medida tangible en la que el usuario común mide cuan buena puede llegar a ser una cámara. Antes de seguir hablando de ello, es importante aclarar que esto no es cierto. Los megapíxeles son solo una medida sobre cuanta información es capaz de captar un sensor.
No obstante, si en 2019 las cámaras de 48 Mpx se han vuelto en una cifra muy popular, las cámaras de 64 y 108 Mpx que ya hemos visto en algunos móviles seguirán expandiéndose. E incluso podríamos llegar a ver cámaras de hasta 200 Mpx.
¿Significa esto que los móviles harán mejores fotos? sí, pero la razón no reside en los megapíxeles, sino en lo que los algoritmos de procesamiento de imágenes puedan hacer con toda esa información.
Como ya pudimos observar, móviles como el Mi Note 10 no parecen ser capaces de sacar provecho a una cámara de tantísima resolución, y es que el Snapdragon 730G requería un tiempo extra de procesado para las fotografías. Las mejoras en potencia harán que nuevos algoritmos de procesamiento sean capaces de sacar el máximo partido a toda esa innovación.
Baterías de más de 5000 mAh y cargas «en media hora»
En los últimos años hemos visto cómo las baterías crecían, y si bien hace poco que las baterías de 4000 mAh se han convertido en el camino a seguir, ya hay algunos móviles que han superado esa barrera, es muy probable que se incremente drásticamente el número de terminales que logren estas capacidades.
Más importante que la capacidad es la propia tecnología de carga rápida la que comenzará a cruzar nuevas fronteras. Ya en 2018 Oppo nos dejó alucinados con la carga rápida del Oppo Find X, la cual era capaz de cargar el móvil en tan solo media hora, tecnología que hemos visto este año en el realme X2 Pro. Huawei también incluye en sus mejores móviles una gran carga rápida, y Samsung tiene una casi igual de buena que vende por separado.
Cargar el móvil de 0 a 100 en media hora (o casi el 70% en poco más de un cuarto de hora) es realmente disruptivo cuando lo utilizas en el día a día. Y será una tecnología que veremos mucho más en 2020.