¡Hola amigos! Bienvenidos a otra entrega de Aplicaciones OpenSource. Si no sabéis lo que es el OpenSource os recomiendo paséis por esta introducción primero, y de paso miréis la anterior entrega de aplicaciones OpenSource. En esta entrega repasaremos los emuladores de juegos, es decir, aplicaciones que nos permiten usar juegos de otras plataformas.
Este tipo de aplicaciones intentan poner al alcance de la tecnología moderna esos juegos clásicos que nos marcaron cuando eramos más pequeños. Si bien algunos de estos juegos han sido portados a las nuevas plataformas (siendo Carmageddon el caso más reciente), la mayoría no son portados , debido a que alguna compañía que tiene los derechos legales de distribución y no solo no quiere hacer una nueva versión, sino que ni tan solo libera el código y/o la parte gráfica para permitir que otros lo hagan.
Con estas premisas, desarrolladores (por lo general por ocio) se dedican a programar aplicaciones que permitan crear un entorno virtual dentro de Android que funciona como otra plataforma, en este caso, la plataforma de una consola. En otras palabras: si no podemos llevar el juego a una nueva plataforma, traemos la nueva plataforma con sus juegos a Android. Aunque la intención sea clara, este proceso no es tan sencillo ya que, al «emular» una plataforma, se pueden perder capacidades y surgir múltiples problemas. Por eso es importante que estas apps sean de código abierto y puedan participar todos los desarrolladores que quieran.
La guerra de los emuladores
Como ya he comentado, los emuladores nacen debido a que las compañías no liberan sus juegos, por mucho que ya no los vendan o ya hayan más que cubierto sus beneficios. Estas compañías tienen derecho legal a hacer lo que quieran con ese código, y eso incluye bloquear el acceso a aquellas personas que no lo compran por los canales correctos y por eso su presencia en Google Play a veces desciende vertiginosamente.
Google es una gran compañía y como tal tiene muchos enemigos. Tanto es así que por lo general prefiere no meterse en fregados y denegar ala posibilidad de colgar emuladores en su tienda, siempre había alguno, pero los acababan quitando. Últimamente han resurgido, aunque como nadie puede asegurar cuánto durarán, nosotros os ofrecemos todas las vías: nuestro repositorio de código abierto favorito, Fdroid, o el enlace a Google Play.
Aparte de los juegos en sí, el emulador nos permitirá a menudo guardar en cualquier momento, acelerar el juego a y muchas configuraciones entre las que se sitúan las posiciones de los botones o el uso de pads por bluetooth. Eso sí, no esperéis que siempre se vean a la perfección. Por desgracia la experiencia puede variar entre espectacular o desesperanzador, aunque en mi caso, con alguna excepción ,todos iban de fábula.
¡No tan rápido!
Algunos de estos emuladors no incluyen los juegos, y requieren que los descarguemos e incluso a veces los preparemos para ser usados. Este proceso es muy sencillo y está explicado paso a paso para cada emulador, así que antes de empezar a descargar, mirad si encontráis los juegos que os interesan. Una muy buena ágina para hacerlo es CoolRom o PdRoms. Tan solo tendréis que descargaros los juegos y seleccionarlos desde le propio emulador. Ahora sí, vamos allá.
GameBoid (GamBoy Advance)
GBCoid (GameBoy Color)
Mupen64 Plus AE (Nintendo 64)
Es importante notar que este emulador es el único de los hoy nombrados que me dio algunos problemas, aunque puede que en vuestros terminales tengáis mejor suerte.
nds4droid (nintendoDS)
Este es uno de los que mejor van, aunque al tener que meter dos pantallas en una más los mandos, os conviene probarlo en alguna tablet o phablet (un motivo más por el que adoro mi Note II).
PPSSPP (PSP)
Estos juegos funcionarán un poco distintos a los demás ya que disponéis de dos posibles formatos para ello. Mi recomendación es que miréis primero la lista de juegos compatibles aquí y luego lo busquéis vía Google en formato .ico ya que ellos no los cuelgan en su propia página por motivos legales.
Nota: Hay muchos blogs donde encontraréis lo que buscáis, en diferentes idiomas pero dada la cantidad de posibilidades y fuentes no las podemos nombrar todas.