Twitter es una aplicación que para muchos resulta imprescindible en su móvil y que, por extraño que pueda parecer, posee control parental. ¿Qué significa?
La edad es muy importante en todo lo referente a un smartphone. Por más que los niños cada vez más pequeños utilicen el de sus padres, resulta imprescindible que existan los filtros por edades para así descartar el contenido sensible de los menores. Si te fijas en la Google Play Store verás el indicativo en cada una de las apps. O no, porque muchas quedan sin clasificar bajo una denominación genérica de «Control parental«.
Las redes sociales y las aplicaciones de mensajería deben estar controladas ya que son las que más suelen atraer de un smartphone. Todos las tenemos en mente, pero seguro que no todos nos hemos tomado en su clasificación. Por ejemplo, ¿a partir de qué edad está dirigida Tinder? 18 años, algo lógico debido al tipo de encuentros que se promulgan en la app. ¿Y Twitter? Dispone de control parental, pero no está especificada la edad. ¿Y WhatsApp? Válida a partir de 3 años.
No concibo a un niño de 3 años con un móvil equipado con WhatsApp, ni siquiera por encima de la 14 años. Twitter, a pesar de que parece más inocente, lleva agarrada la etiqueta del control parental; como Facebook, por otra parte. ¿Por qué estas diferencias entre aplicaciones de comunicación?
¿Qué significa «control parental» y cómo se aplica?
Igual que ocurre en los videojuegos, las tiendas de aplicaciones poseen un sistema de clasificación por edades al que han de acogerse los desarrolladores a la hora de publicar una aplicación. Dicha clasificación está vinculada al país de la Google Play Store y permite que los padres establezcan filtros por edad para que así sus hijos no accedan a aplicaciones y servicios que no son recomendadas para ellos. Violencia, lenguaje ofensivo, sexo… El tipo de contenido, y cómo relaciona la aplicación a los usuarios, depende en la clasificación.
Cuando la Google Play Store no posee una valoración de la edad la tienda coloca la denominación «control parental«. De esta manera queda inaccesible para los usuarios que tengan activado dicho filtro en su aplicación de tienda. Twitter o Facebook, por ejemplo, no podrían instalarse en un móvil con control parental a no ser que el administrador del smartphone la instalase manualmente.
El control parental filtra las apps que no están clasificadas por edad
De esta manera los menores quedan protegidos contra el contenido que no deberían de ver. ¿Corresponden Twitter o Facebook con esta premisa? Lo lógico es pensar que sí, lo cual sería un error.
Twitter, una red abonada al material restringido
Twitter ofrece acceso sin límites a una enorme cantidad de contenido estrictamente adulto. La red social ofrece un ajuste mediante el cual se puede bloquear el contenido detectado que sea «peliagudo», pero es algo que no sirve de nada. La cantidad de pornografía, violencia, insultos o denigraciones que se vierten en forma de tweets es enorme, de ahí que sea más que correcta la aplicación del «control parental». Algo parecido ocurre en Facebook, por más que esta sea muchísimo más tajante con la presencia de contenido adulto. Aún así siempre existe el riesgo de que a los niños les contacten personas fuera de su círculo cerrado. Igual que en WhatsApp, ¿no?
Twitter permite esconder el contenido delicado, pero no resulta difícil desactivarlo
Resulta inexplicable que una aplicación de mensajería como WhatsApp (o Telegram, Messenger…), que permite el contacto directo con sólo conocer el número, esté habilitada para instalarse en móviles con el control parental activado. Este ejemplo sirve para demostrar que el sistema PEGI, el utilizado en Europa, no es el más apropiado para clasificar según qué aplicaciones móviles.
¿Qué ocurre con Twitter o Facebook en otras tiendas de aplicaciones?
Twitter siempre ha sido una app polémica por su manga ancha para el contenido sensible. En la red social puede publicarse cualquier cosa, incluida pornografía. Para ello basta una simple búsqueda desactivando la opción de «Mostrar fotos y vídeos que puedan incluir contenido delicado. Perfiles, fotos, vídeos… Twitter se merece el «más de 17» que tiene en la App Store.
Así queda la limitación parental en las aplicaciones sociales más conocidas:
- Twitter: sin especificar en Android y Windows para móviles, más de 17 en iOS.
- Facebook: sin especificar en Android y Windows para móviles, más de 4 en iOS.
- Tinder: más de 18 en Android y más de 17 en iOS. No existe en Windows.
- WhatsApp: más de 3 en Android y Windows, más de 4 en iOS.
El resto de aplicaciones similares se guía por estos ejemplos. Las redes puramente sociales poseen control parental en Android y Windows, aunque no especificación concreta de edad mínima; iOS sí establece un mínimo. Las apps de mensajería, por contra, son aptas para que las usen a partir de 3-4 años. Un sinsentido que, bajo mi opinión, es peligroso.
¿Es realmente segura la clasificación por edades para nuestros hijos?
Lo cierto es que no resulta demasiado segura, ya hemos visto con unos ejemplos cómo esta no termina de ajustarse a la función que ofrecen las aplicaciones. Aunque, como siempre, no hay que dejar que sea el niño quien instale las apps, sino dedicarle tiempo a revisarlas manualmente. Con un claro límite: los niños pequeños no deberían tener smartphone. Y solo cuando son adolescentes deberían acceder a una tarifa de datos.
Además del control parental, que es una manera útil de restringir las aplicaciones más o menos controvertidas (con sus defectos), lo ideal es que instales un launcher infantil a su móvil o tablet para que así vea restringido su radio de acción. También es muy útil crearle un usuario en el dispositivo que carezca de permisos de administración. Así seremos nosotros quienes supervisaremos todo lo que se instala.